Is This Love? Doom at your service

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| Young Mi |

El día siguiente al cumpleaños de Jinnie, pasé el día con JooIk. Faltaba poco para la media noche, nos encontrábamos sentados en la banca de uno de los parques públicos de la ciudad. Joo me contaba sobre sus colegas del trabajo y sobre su compañero de piso.

Reía a medida que hablaba, era evidente que le costó mucho adaptarse a este mundo. En un segundo, su sonrisa se borró de golpe y se levantó rápidamente de la banca.

—¿Qué tienes?. —Pregunté poniéndome de pie.

—Algo anda mal. —Cerró los ojos. —Está muriendo. Vamos. —Tomó mi mano, caminamos hasta su auto y comenzó a conducir rápidamente, quince minutos después llegamos a un hospital.

Era el hospital central.

Entramos rápidamente, él parecía buscar algo.

—¿JooIk?. —Tartamudeé

No respondió, en cambio tomó mi mano y las luces del hospital parpadearon, un segundo despúes nos encontrabamos en un pasillo que conocía bien. La sensación del miedo se apoderó de mi y corrí a la habitación de Nyeoshin.

—¡Hermana!. —Grité entrando a su habitación, seguida de JooIk.

Nyeoshin que estaba de pie, mirando por la ventana, volteó a mirarnos fijando su vista en mi acompañante, analizándolo.

—¿Hermano guardían? —Preguntó dudosa.

—Creación, es agradable verte nuevamente. —JooIk se acercó a ella y la abrazó.

—¿Qué sucede? —Preguntó mientras correspondía el abrazo.

—¡Eso es lo que deberíamos preguntarte a ti! —Me exalté.

—Estábamos juntos y lo supimos. —Dijo Joo separándose de ella.

—Oh. Se enteraron. —Dijo tranquilamente mientras daba media vuelta y tomaba la pequeña maceta en la ventana.

—¿Cómo puedes decir eso y estar tan tranquila? —Pregunté molesta.

—Creí que era el momento. —Tomó una jarra pequeña. —Ya he pasado por esto. Todo el dolor, toda la angustia... —Dijo regando la pequeña planta. —Lo he sentido miles de veces. —Respondió con calma.

—Hermana. —JooIk habló. —Sabes que podemos ocupar tu lugar, sólo tienes...

—No. Aún no. —Lo interrumpió. —¿Se la pasaron bien?. —Preguntó cambiando de tema mientras se dirigía a la cama.

—Si. —Respondí y JooIk asintió.

—Creo que arruiné su cita. Lo lamento.

—No es así hermana. —Dije.

—Es bueno que estés aquí hermano. Ahora ya es muy noche. —Nyeoshin se recostó lentamente. —Vayan a casa... Hermano, sé que tienes preguntas y las responderé, pero hablaremos en otro momento. —Lo miró.

—De acuerdo. —Accedió. —Te dejaremos descansar. —Joo se acercó a la camilla y la cubrió con las sábanas.

Me acerqué a ella y le dí un beso en la frente. —Descansa.

—Buenas noches. —Dijo cerrando los ojos.

—Vamos. —JooIk dijo abriendo la puerta.