La puerta de la sala fue fuertemente abierta interrumpiendo la platica que tenía con mis hermanos hasta hace unos segundos.
— Quién ha osado interrumpir mi plática y entrar de esa manera a mi hogar? -Le pregunté a Jane y Dimitri que se encontraban sosteniendo la misma puerta.
— Lo sentimos mi reyna, pero tienen visita, alguien desea ver a los cuatro reyes. -Respondió jane.
— Y quién es el valiente que ha entrado de esa manera a nuestro castillo!? -Ahora pregunto Caius.
Ambos chicos frente a nosotros se miraron mutuamente unos segundos para que después Jane hablara.
— Edward Cullen.
Las seis personas que se encontraban en la sala se quedaron estáticas, no sabían cómo reaccionar y mucho menos como reaccionaría Fiorella, por segunda vez en sus vidas, los tres reyes volturi tenían miedo. La primera ves fue por también a causa de la misma chica.
— Que pase, entre menos hablemos más rápido se irá. -Le hice una seña a Dimitri para que lo dejaran pasar y así fue.
Lo vi, lo vi después de décadas, vi a quien fue mi gran amor y a quien alguna vez ame con todo mi corazón que ya no latía. Aunque no pudiera respirar más sentía el aire atascado. Se veía demacrado, más pálido aunque no fuera posible. Se paro frente los cuatro.
— La decisión está tomada -Dijo Edward.
— Me temo que tus prodigiosos dones son muy valiosos para ser destruidos, pero si eres infeliz en tú entorno únete a nosotros, estaríamos dichosos de utilizar tus habilidades. Considerarías quedarte con nosotros? -Habló Aro.
Detruir sus dones? Quedarse con nosotros? Eran cosas de las cuales no estaba enterada.
— Igual sabes que va a pasar. -Respondió Edward.
— No si una razón. -Dijo ahora mi hermano Marcus.
Edward se dio vuelta y salió por la misma puerta que minutos antes había entrado.
— Destruir sus dones? Alguien me va a explicar que ha sucedido?
Los tres se quedaron callados esperando quien iba a ser el valiente que se enfrentaría a su hermana más pequeña, pero al ver que ninguno hablaba Fiorella volvió a hablar.
— Si pregunto algo me gusta recibir una respuesta, lo preguntaré una segunda y última vez. Qué ha pasado y por qué Aro le ofreció unirse al clan?
— Quiere ser destruido, su tua cantante ha muerto y quiere hacerlo igual. -Dijo Caius, pero tanto Aro como Marcus hicieron señas de que eso no debía de haber dicho.
— Si quiere morir que lo haga, no es el único vampiro ahí afuera con ese don o uno similar, la pregunta es por que fue invitado a unirse al clan sin una platica de los cuatro antes?
Nuevamente los tres se quedaron callados y yo seguía esperando respuesta cosa que me ponía cada vez más ansiosa.
— Los tres tuvimos una platica Fiorella. Fue cuando no estabas en el castillo. -Dijo Marcus.
— Y se puede saber por qué diablos no pudieron avisarme sin antes tomar una decisión? Se olvidaron que los reyes son cuatro y no tres? Los que toman cualquiera de las decisiones son cuatro y no tres?
— Sabemos que somos cuatro y eso nunca lo olvidaremos Fior, pero mientras tú no estabas debíamos hacer algo. -Explicó caius.
— Además, todos sabemos que el Cullen es altamente calificado para poder unirse a nosotros, no debemos desperdiciar estas oportunidades por algo que pasó hace décadas Fiorella, has valer tus más de cien años y no te comportes como una humana más del montón. -Habló ahora aro.
— Es verdad lo que acabo de escuchar? -Me levanté de mi trono el cual estaba a un lado de Aro-. No sabes como me siento, no tienes idea alguna, ni tu ni nadie Aro. Y no soy una humana, ni soy una tonta humana que se deja manipular y mucho menos soy una más del montón, que si fuera del montón no estaría aquí, así que vete a la mierda.
Salí de la sala con la mirada de los tres sobre mí. Y es que era imperdonable, ellos saben lo que pase en ese entonces y no tan solo lo saben si no lo vivieron junto a mí, todo lo que sufrí, lo que tarde en salir de esa tristeza que sentí por décadas, y como casi moría del dolor. Del dolor de haber sido ilusionada para después haber sido rechazada tanto yo como mi amor por quien fue mi alma gemela. Y aunque ya no dolía y ya no sentía nada más hacía el si existía un gran odio que llegó después de todo el dolor.
Llegue a mi recamara y me comunique con Alec para hacerlo venir a mi habitación, debía saber todo lo que había pasado en mi ausencia en el palacio.
Minutos después se escucharon un par de toques en mi puerta y fue abierta por Alec.
— Ha pasado algo reyna?
— Pasa Alec. Aro, Marcus y Caius no deben saber que estas aquí.
El vampiro paso y rápidamente se sintió tenso, incómodo. Nunca antes había pasado a la habitación de los reyes y no imagino que la primera vez fuera a la de su Reyna Fiorella.
Al entrar, Alec rápidamente se dió cuenta que Fiorella había hecho uso de uno de sus dones por primera vez y lo que lo impacto fue que lo usó en el castillo. Una bola de cristal rápidamente los rodeó, bola de cristal que servía para bloquear cualquier dón externo y bloquear tambien el ruido dentro de la bola, y fue cuando el supo que era cierto que nadie debía de escuchar su plática.
— Es bien sabido por todos que nunca he hecho uso de algunos de mis dones dentro del castillo ya que no lo veo necesario ya que no corro peligro dentro de el, pero debes saber que posiblemente ahora sí corra algo de peligro dentro. Y te lo digo a ti que se de tu pura y grande lealtad hacia mi Alec.
— Por qué correría riesgo dentro del castillo Reyna? Es su hogar desde hace siglos.
— Ahora mismo no estoy tan segura del porque e incluso puede que me este equivocando pero es una corazonada, solo quiero saber Alec, si llega a suceder en un futuro donde tengas que decidir en apoyar a Aro, Caius y Marcus o venir conmigo cual sería tu opción.
El vampiro se sorprendió tanto por lo que dijo la vampira frente a el que incluso parpadeo un par de veces aunque el no necesitara hacerlo. Rápido pensó que posiblemente Caius y Fiorella habían tenido unas de sus peleas donde se decían cosas hirientes uno al otro pero rápidamente descartó la idea ya que Fiorella nunca le había dicho tal cosa o similar. Pero así lo que le preguntaba lo sacó de sí en realidad era una pregunta de la cuál la respuesta siempre la supo tanto el como ella inconscientemente.
— No sé a qué se debe esta pregunta pero déjame decirte que siempre te seguiré Fiorella, no importa que tan lejos o que tan cerca, que tan difícil me sea, sabes que tienes mi lealtad y estoy dispuesto a entregarlo todo por tí, espero que esa duda que tenías haya quedado clara. Aún tú sabiendo la respuesta.
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Por fin les traego el primer capítulo de esta historia, duré días intentando hacerlo, me llegaba e iba la inspiración pero siempre lo dejaba inconcluso y por fin lo pude terminar.
Déjenme decirles que no acostumbro hacer historias con capitulos cortos? Son al rededor de 1300 palabras y lo considero corto ya que otras de mis historias sobrepasan las 2500 palabras por capitulo e incluso en ocasiones las 3000.
Pero para hacer más amena la lectura de esta historia haré los capítulos cortos (1500 palabras máximo 2000) ya que se me suele ir la inspiración demasiado rápido.
Gracias por leer!
— Nari.
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sᴀʟᴠᴀᴛᴏʀᴇ <Alec Vulturi>
FanficHistoria creada después de haber escuchado incontables veces la canción Salvatore de Lana del Rey. "Cᴀᴄᴄɪᴛᴏʀᴇ, ʟɪᴍᴏᴜsɪɴᴇs, Cɪᴀᴏ Aᴍᴏʀᴇ, Sᴏᴛғ ɪᴄᴇ ᴄʀᴇᴀᴍ". Actualizaciones posiblemente seguidas o posiblemente muy lentas.