El enigma de Harry Black //Drarry//

Capítulo 1

Harry se sentía abrumado, como si el peso del mundo estuviera sobre sus hombros. Habían pasado 17 días desde la batalla final, y todavía no podía escapar de la culpa y la responsabilidad que sentía. Asistir a los funerales, enfrentar a la prensa... todo se sentía como una pesadilla sin fin.

Mientras corría hacia la chimenea Floo, Luna lo detuvo con una sonrisa suave. "Harry, ¿Dónde vas con tanta prisa?"

"A otro funeral", respondió Harry, suspirando. "Y después, quién sabe. La prensa no me deja en paz".

Luna asintió comprensivamente. "Te entiendo. Pero no te olvides de cuidarte a ti mismo en medio de todo esto. La culpa y la tristeza pueden consumirte si no te detienes a respirar".

Harry se detuvo un momento, mirándola. "¿Cómo haces para mantener la calma en momentos como este, Luna?"

Luna sonrió de nuevo. "Recuerdo que hay belleza en el mundo, incluso en medio del dolor. Y recuerdo que no estoy sola. Tú tampoco lo estás, Harry".

Harry asintió, sintiendo un pequeño consuelo en sus palabras. "Gracias, Luna. Me has ayudado a recordar eso".

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El resto del día se repitió todo, funeral tras funeral. Al menos había visto a Neville y Seamus, quienes estaban preocupados por él, pero les tranquilizó rápidamente con una sonrisa.

Llegó a la Madriguera por la chimenea Floo y encontró a la señora Molly cocinando para la cena. "Hola, Molly, cómo estás?" preguntó con un abrazo.

Molly lo interrumpió con otro abrazo. "Harry, mi niño, deberías tomarte un descanso. Yo sé que esto es lo que crees mejor, pero un descanso de un día no le hace daño a nadie, hijo. Hermione me ha dicho que no paras de trabajar desde la batalla."

"Entiendo, Molly, pero comprende que es mi deber", respondió Harry. "Apenas termine, le prometo que seré el primero en descansar."

Molly lo miró con preocupación. "Entonces, cuéntame de tu día mientras termino de pelar las papas."

Harry le resumió su día, ocultándole cómo se sentía al respecto.

Durante la cena, Bill y Fleur estaban presentes. Conversaban animadamente en la mesa, mientras Harry se sentía incómodo.

Bill notó la mirada de Harry y preguntó: "¿En qué estás pensando, Harry? Te ves realmente mal."

Harry dudó, pero sabía que Bill era el más maduro de todos. "Estoy cansado... Tengo pesadillas con mi padre y despierto recordando todas las vidas que pude haber salvado, pero no pude por el miedo. Me siento como si hubiera fallado en algo, como si hubiera algo que debí haber hecho de manera diferente."

Bill lo miró sin decir nada, luego habló: "Es normal que te sientas así. Necesitas tomarte un descanso, pero uno que te mantenga la mente ocupada. No estamos solos, tenemos a todos nosotros. Y si tus pesadillas siguen, podrías tomar una poción para dormir. Me ayudó mucho antes de mi boda."

"Quizás", dijo Harry con una sonrisa triste.

Bill sonrió. "Una partida de Quidditch podría ayudarte a relajarte. Y si no, siempre puedo enseñarte a hacer una buena broma, como la que hice en mi boda. ¿Recuerdas, Fleur?

Fleur sonrió. "Sí, Bill, fue muy graciosa."

Harry sonrió ligeramente, agradeciendo la broma de Bill.