~• Después del final ~• Armyo Taku

Após o final

(⚠️ advertencia! Este capítulo puede no entenderse correctamente si el lector no ha leído mi libro "el último demonio" recomiendo leer el libro primero para una mejor comprensión, gracias 😘)

Fin.

¿Cómo puede una palabra tan pequeña e insignificante tener el poder de poner fin a la narración de una historia? No me gustan los finales, sino los nuevos comienzos, por lo que la tan temida palabra fin acaba convirtiéndose en algo nuevo. Y ese demonio sin esperanzas ni sueños que lo motivaran a seguir viviendo, perdido en un bosque oscuro, aburrido y solitario, mientras olvidaba cada día quién era, en lugar de extraños enmascarados, también termina teniendo el privilegio de experimentar un nuevo comienzo.

Después del final.

Ese bosque seguía igual, con los árboles meciendo su follaje junto con el viento que siempre soplaba aullando en lo alto de ellos. Los pájaros cantaban su canción volando de rama en rama, difundiendo su melodía por todo el bosque. Era de mañana, en pleno amanecer, comenzaba el día para todas las criaturas, haciéndolas salir de sus hogares para comenzar sus tareas, o esconderse en las sombras de sus agujeros para protegerse mientras dormían.

Hay un camino de piedra que ya no brilla en ese bosque, pero qué magia se compara con el placer y la libertad de poder caminar por el bosque bajo los primeros rayos del sol, sin necesidad de esconderse ni tener miedo de todo lo que hay alrededor. Mirar hacia arriba y ver el cielo tan azul e iluminado antes no era más que un sueño tonto, y ahora podía realizar tal acto mientras sentía los rayos de luz que atravesaban el follaje calentar su rostro mientras caminaba, haciéndolo sonreír un poco.

Han pasado dos meses desde que sucedió, Yushiro había llegado a la aldea con el excelente descubrimiento, dejando a todos asombrados pues solo fueron necesarios unos días de investigación y experimentos, antes de probar la vacuna en sí mismo, sintiendo inmediatamente un cansancio inusual que lo hizo caer. dormido durante tres días enteros en su casa.

El peliverde se había despertado con el estómago gruñendo fuertemente, encontrando extraño que el sueño lo hubiera hecho dormir sobre la mesa de investigación, encima de todos los papeles. No sabe cuánto tiempo estuvo dormido, pero a juzgar por el retorcimiento de sus intestinos, debería haber sido mucho tiempo.

Se levantó con dolores en las articulaciones y la espalda crujiendo por haber permanecido en una posición incómoda durante mucho tiempo. Al parecer fue solo otra prueba fallida, ya que no siente nada diferente más que el gruñido de su estómago y el dolor en todo su cuerpo. Fue a la cocina a llenar un vaso con su bebida roja y llevárselo a los labios, tratando de aliviar su hambre y ganar energía para sanar el dolor que sentía, antes de regresar para otro agotador día de investigación.

Tenía hambre, por lo que pronto intentó tomar un gran y generoso sorbo que no logró tragar del todo, sintiendo el sabor amargo y fuerte del óxido inundando su boca, obligándolo a hacer una mueca antes de retirar apresuradamente sus labios del vaso. incapaz de soportarlo más escupiendo toda la sangre en el suelo, luego tosía frenéticamente y se limpiaba la lengua con las mangas de su ropa, sin importarle si las ensuciaba o no, solo quería deshacerse del horrible sabor que tenía. Fue entonces cuando analizó todo el desorden y desorden que había causado en el suelo y en su ropa, dándose cuenta finalmente de que eran mucho más pequeñas de lo habitual.

Nunca se había sentido tan bien volver corriendo a su laboratorio, agarrando un pequeño espejo y sorprendiéndose con su propia imagen, viendo que había envejecido varios años en tan solo tres días inconsciente. Teniendo nuevamente su cabello completamente negro y la apariencia de alguien de su edad, terminó dejando el espejo a un lado para sentarse en su silla y procesar lo sucedido sin volver a desmayarse.