¿Alguna vez te has preguntado qué sucede justo después de la temida palabra "fin"?
Estoy escribiendo este libro de one-shots con el fin de narrar algunas "pequeñas aventuras" que vivirán nuestros queridos Muichiro y Kotetsu tras el final, porque com...
(Hola 👋 perdón por la demora en actualizar 🥲 me tomó un tiempo porque para este capítulo decidí escribir algo "diferente", perdón si el capítulo no es muy bueno. Lo intenté 😅)
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{Y ha llegado el momento de otro chisme de la era Taisho.
Hoy Kanamori vio a Kotetsu irse por la tarde alegando que iba a comprar unos dulces. Pero en cuanto regresa, el niño corre rápidamente a su habitación, actuando de forma extraña, sin querer contarle lo sucedido.
"Tratar con un chico al inicio de la adolescencia es realmente complicado" confiesa Kanamori}
- Me gustan los cuerpos de las chicas con pechos grandes - dijo un chico, aparentemente de la misma edad que Kotetsu, mientras hablaba con sus amigos, compraban dulces y sonreían juntos.
- Escuché que los brazos de las niñas son tan suaves como sus senos. Hoy toqué por sorpresa los brazos de Himako-chan, ella estaba confundida por mi acción, pero eran tan suaves - comentó otro chico del grupo, y Kotetsu, quien contra su voluntad estaba escuchando la conversación, sintió su deseo por los dulces que compraste desaparecieron mientras los escuchaba.
Ew... Los problemas de la adolescencia son horribles.
Envolvió la pequeña bolsa de golosinas y la guardó en su bolsillo mientras salía del establecimiento, dirigiéndose hacia el comienzo del bosque donde seguramente Tokito estaba tomando su descanso para almorzar, para poder quedarse con él un momento y hablar.
Había ido a comprar dulces, pero no imaginaba encontrarme con ese grupo. Se sintió extraño escuchando la conversación, junto con un malestar que lo hizo abandonar el lugar con las mejillas cubiertas por la máscara ardiente. ¿Algún día hablará como niños de su edad?
¿Alguna vez te sentirás atraído por los cuerpos hermosos? ¿Y cómo dirán tonterías a los cuatro vientos?
Desea que ese día nunca llegue, sería muy extraño y vergonzoso.
Pero eso no importó, pues ya podía ver la entrada al pueblo donde el otro estaría descansando de su nuevo rol en el pueblo. Cortar leña no era un trabajo tan reconocido, honorable o admirable, sin embargo, ni él ni Tokito dan crédito por estos asuntos, como a Kotetsu no le importaba cuál sería el trabajo del mayor, su cariño por él seguiría siendo el mismo.
El pequeño herrero incluso lo prefería así, ya que su antiguo oficio era muy arriesgado. Prefiriendo infinitamente el título de Muichiro Tokito, el leñador, que el de Muichiro Tokito, el pilar. Porque a pesar de que la función no atrajo miradas de admiración y aplausos, Kotetsu estaba seguro de que podía esperar a que regresara todas las tardes, sin temor a que nunca regresara.
Y a Muichiro le gustaba continuar el legado de su padre, sin darle importancia tampoco a la fama ni a los elogios, ya que estas cosas nunca le interesaron, ni siquiera cuando aún era cazador.
