Entregar las armas

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¿Por qué lloran las estatuas de sal?

porque la alegría las abandonó;

las dejó a merced de la tempestad

sin otro refugio que su corazón.


No es fácil huir de la tentación

cuando el precipicio te brinda un camino,

no hay nada peor que la sensación

de entregar las armas ante tu destino.

Duelos y QuebrantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora