Is There Someone Else? ✓ Hyunlix/Minlix

Felix

¿Por qué hago esto? La pregunta me araña el alma, casi me hace reír de pura desesperación, si no fuera porque mi corazón está roto en mil pedazos. Te tengo tan cerca ahora, tan suave, tan dulce, como si nada hubiera pasado, como si todas las noches que me pasé llorando no existieran. Casi me olvido de todo y vuelvo a ti, como siempre. Casi.

Pero me has hecho tanto daño, Hyunjin. He llorado tantas veces por ti que ya no sé si quedan lágrimas en mis ojos. Me duele más intentar olvidar que aferrarme a lo que siento. No puedo perdonar, no aún. Mi corazón sigue buscando todos los pedazos que dejaste esparcidos cuando decidiste traicionarme. Y mientras tanto, aquí estamos, jugando este maldito juego.

No puedo dejar de pensar en las veces en las que tú estabas en mi lugar. En todas esas noches en que te esperaba, contando los minutos, mirando el reloj hasta que el amanecer me sorprendía solo. En todas las veces que me despertaba sobresaltado por no sentir tu calor a mi lado, solo para descubrir que estabas con otra persona, disfrutando lo que debería haber sido mío.

Me pregunto si alguna vez sentiste culpa. ¿Alguna vez tuviste el más mínimo remordimiento mientras yo me destrozaba por dentro? Porque yo sí te amaba, te amaba tanto que me dolía respirar, Hyunjin. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué jugaste con mi corazón como si fuera un juguete barato?

La rabia sube por mi garganta como un grito que no puedo liberar. Mis manos tiemblan y aprieto los puños hasta que mis uñas se clavan en la piel. Me repito que no debo llorar, que no mereces más de mis lágrimas. Pero aquí estoy, atrapado entre el deseo de amarte y el rencor que crece dentro de mí como una bestia que no puedo domesticar.

Miro tus ojos, esos ojos que antes me daban paz, y ahora solo me llenan de preguntas. ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste besarme con la misma boca que besaba a otra persona? ¿Cómo pudiste volver a casa y decirme que me amabas, sabiendo lo que habías hecho?

Siento un nudo en la garganta, un nudo de palabras que nunca te dije, de gritos que nunca lancé, de dolor que nunca dejé salir. Y me ahogo en ellos, en esta maraña de sentimientos que no sé cómo desatar. Porque aún te quiero, y odio querer seguir queriéndote.

—¿Por qué lo hice? —respondo al fin, mi voz apenas un susurro cargado de ironía y amargura—. ¿Por qué no me preguntas por qué lo hiciste tú primero? Dime, Hyunjin, ¿sentiste alguna vez la culpa devorándote las entrañas? Porque yo sí la siento. Cada vez que te toco, cada vez que te miro y me acuerdo de todo lo que nos hicimos el uno al otro.

Me acerco más, mi rostro tan cerca del tuyo que casi puedo sentir tu respiración acelerada contra mi piel.

—¿Sabes cuántas veces quise gritarte? —continúo, mi voz temblando de rabia contenida—. ¿Cuántas veces me mordí la lengua hasta sangrar para no decirte lo miserable que me hacías sentir? No sabes lo que es eso, Hyunjin. No sabes lo que es ver cómo se destruye todo lo que amas y no poder hacer nada al respecto. No tienes ni idea de lo que es mirarte al espejo y no reconocerte, no saber quién eres porque alguien más rompió todo lo que eras.

Mis palabras salen atropelladas, una mezcla de dolor y furia, pero no me detengo. No puedo.

—¿Y ahora quieres saber por qué lo hago? Lo hago porque no sé ser de otra manera contigo. Porque estoy roto, porque tú me rompiste. Lo hago porque no puedo olvidarlo, porque cada vez que cierro los ojos, te veo con ella, te veo lejos, te veo feliz sin mí. Y no puedo soportarlo. Así que sí, Hyunjin, sigo aquí, aunque me duela. Aunque te odie un poco cada día más.

Siento que mi pecho se encoge, que la rabia se transforma en una desesperación tan profunda que me deja sin aire. Porque, a pesar de todo, aún quiero que me mires como antes, que me ames como decías que lo hacías. Aún quiero volver a lo que éramos, aunque sé que es imposible.