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— Kate, necesito que me hagas un favor — pidió un hombre de unos cincuenta y dos años aproximadamente, y no era cualquier hombre, se trata de nada más y menos de uno de los miembros antiguos de los Vengadores, Hawkeye.
— Dime, Clint, te escucho — contestó con una sonrisa la joven de cabello oscuro, de unos veinte años y aprendiz de Hawkeye llamada Kate Bishop, una heroína simpática y buena onda.
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— Prometí a mi familia pasar las vacaciones con ellos, pero surgió un problema — explicó él —. No quiero cancelar mis planes familiares, así que necesito que te encargues de la misión en mi lugar. Es una buena oportunidad para que pongas en práctica lo que te he enseñado.
— Claro, ¿qué debo hacer exactamente? — preguntó ella.
Barton presionó un botón en su reloj, activando un holograma que mostraba información sobre A.I.M (Advanced Idea Mechanics) o I.M.A. (Ideas Mecánicas Avanzadas), una organización que busca adquirir poder y destruir gobiernos mediante la tecnología.
— A.I.M tiene en su poder unos cristales llamados «niebla terrígena». La misión es recuperarlos. — explicó Clint —. No sabemos cuán peligrosos pueden ser con esos cristales, pero cuanto antes los saquemos de sus manos, mejor.
— Entendido, no te decepcionaré — respondió con determinación — Recuperaré esos cristales más rápido de lo que canta un gallo.
Sin nada más que decir, la pelinegra se despidió del Vengador y ambos se fueron, tomando distintos caminos.
Kate Bishop, conocida en el mundo heroico como Lady Hawkeye, lleva aproximadamente un año aproximadamente dedicándose al heroísmo. Desde la Invasión Chitauri en Nueva York, donde vio a Hawkeye salvar a personas de lejos, se convirtió en su gran admiradora. Esa experiencia la inspiró a convertirse en la heroína que es hoy, incluyendo su decisión de convertirse en aprendiz de Hawkeye y, en cierto modo, su sucesora.
Ahora bien, la pelinegra se encontraba en Nueva York, dentro de una de las bases ocultas de A.I.M.
Había logrado infiltrarse sin ser detectada, noqueando discretamente a los guardias que se cruzaban en su camino.
