Hola gentesita, lamento no publicar la semana pasada, pero he tenido algo de trabao en otro asunto, pero aqui esta, la verdad, ya casi terminamos con la historia, ya de aqui no es mucho para el final que le dare, por lo que espero la disfruten, yo creo que ahora tratare de hacer los capitulos mas largos para poner mas nformacion, asi que posiblemente tarde mas en publicar de lo esperado, sigan leyendo y no olviden que en octubre les tendre una sorpresa con respeto a mis historias, publicando una historia original mia, esperenla con ancias.
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Martes 20 de octubre de 2020
Pateon del estado de Portland, Oregón.
Aquellos dias fueron un tormento para Jimin, sentir la casa vacia era un sufrimiento, Tae habia sido muy precavido con todo y antes de fallecer habia hecho un testamento, donde todo lo que el gano se lo dejaba a Jimin, la casa también, la señora Kim le habia comentado a Jimin que la casa en California también era de él, como Tae pudo ser tan bueno, Jimin se daba cuenta de lo bien que lo dejo a pesar de todo.
Sentado frente aquella lápida de cemento frio por el clima, se encontraba Jimin, el nombre Kim Taehyung estaba escrito en el con la frase "Amado hijo y amado esposo" a pesar de que Jimin aun no estaba casado con el, decidieron ponerlo asi.
Jimin aun lloraba su perdida, no estaba listo aun y aunque por las noches sentia mucha soledad, tenia que acostumbrarse.
–Espero que estes bien -Le hablaba a la lápida- ya han sido cinco dias amor, perdóname, no he podido parar de llorar -Era el sollozo que ya estaba a punto de salir- simplemente debí cuidarte mas, como tu lo hiciste, quiero que sepas que -Sorbió su nariz y miro alrededor- que no tengo palabras para agradecer todo lo que hiciste por mí, si hubiera sabido que seria nuestra ultima noche juntos aquel día, no hubiera invitado a Jungkook -
Jimin sabia que culpar a Jungkook no era la solucion, pero almenos lo hacia sentir mejor.
Dejo una flor en el suelo para despues besar sus dedos y simular dar ese beso a la tumba. Al levantarse, dio un suspiro y camino rumbo a la salida del panteón, camino unas cuantas cuadras para llegar a la avenida y tomar un taxi, al subir indico que lo llevara al centro para poder comer algo.
Si bien, desde que Tae ya no esta, Jimin ha estado comprando comida hecha, ya que el simple hecho de preparar comida para una sola persona le hacia sentir mal, si, la estaba pasando muy mal, pues fueron ocho años de relacion y son años que duelen.
En su paseo por el centro, trataba de decidir que comer, aunque aun no conocia muy bien la ciudad trataba de ver lugares, ese era otro punto, no conocia mucho la ciudad y si no daba lucha a vivir ahi, de seguro se mudaria de nuevo a California.
Jimin llego a un restaurante de comida mexicana, al entrar noto un aroma peculiar que llamo su atencion, una señora le dio la bienvenida y lo llevo a una mesa.
–Jovencito, como estas, dime, que gustas que te sirva-
Tenia una sonrisa muy amigable, su acento era algo curioso al hablar ingles.
–Que es lo delicioso en este lugar –Jimin sonrio amable–
–Bueno, para curar un mal dia –Jimin dio una mirada asombrada- te recomiendo un rico huevito con chilaquiles, eso ayuda, o si prefieres unas enfrijoladas–
–Que es eso –Jimin miraba el lugar–
–Es tortilla –Hacia ejemplo con su mano simulando una tortilla- rellena de frijoles molidos y bañado en los mismos, con queso-
–Eso suena delicioso, quiero eso por favor–
–Enseguida –La mujer se dio la vuelta– Jose, dame unas enfrijoladas –
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Danse Macabre
Terror"La obsesión perversa es como una droga, Te consume por dentro y no te permite ver la realidad." Si te animas a leer, es bajo tu responsabilidad No quiero romantizar este tipo de contenido ni mucho menos No aceptó adaptaciónes Esta historia parte de...
