En la luz del día

Ira

Los días posteriores al accidente de Izzy Moonbow en Maretime Bay se sentían interminables. El tiempo, que antes era una serie de momentos vibrantes y coloridos, se había convertido en una masa borrosa de horas grises y opresivas. Sprout Cloverleaf no había vuelto a ser el mismo desde que su luz, su Izzy, había desaparecido. El dolor que inicialmente lo había dejado en un estado de negación y confusión, comenzó a transformarse en una furia ardiente.

En la pequeña casa que compartía con su madre, Phyllis Cloverleaf, Sprout se sentía como un prisionero. Las paredes, que antes eran un refugio seguro, ahora lo asfixiaban. Su madre intentaba hablar con él, pero cada intento terminaba en gritos y portazos.

Pyllis: ¡Sprout, tienes que comer algo! No puedes seguir así,"

dijo Phyllis con voz preocupada, dejando un plato de comida sobre la mesa. El aroma de las verduras cocidas llenaba la pequeña cocina, pero para Sprout, todo olía y sabía a cenizas.

Sprout: No tengo hambre

rugió Sprout, empujando el plato con tanta fuerza que cayó al suelo, rompiéndose en pedazos. Phyllis retrocedió, sorprendida por la explosión de ira. Nunca había visto a su hijo así; siempre había sido un poco inmaduro, un poco engreído, pero nunca tan… roto.

Pyllis: Solo quiero ayudarte, hijo,"

dijo con suavidad, aunque su propia paciencia comenzaba a agotarse. "Sé que estás herido, pero este no es el modo de…—"

Sprout: !No sabes nada, mamá! ¡Nadie sabe nada! ¡Todos piensan que es fácil seguir adelante! ¡Pero no lo es!"

gritó Sprout, su voz cargada de dolor y frustración. Las lágrimas ardían en sus ojos, pero él se negaba a dejar que cayeran.

Sprout: "¡Tú ni siquiera la conocías como yo! ¡Tú no entiendes lo que era ella para mí!"

Con un movimiento brusco, Sprout salió corriendo de la casa, ignorando los llamados de su madre. Corrió sin rumbo fijo, impulsado por una mezcla de rabia y tristeza, hasta que sus cascos lo llevaron a la plaza central de Maretime Bay.

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Allí, los otros ponis intentaban recuperar la normalidad, aunque el vacío dejado por Izzy era palpable. Una estatua de cristal de Izzy se había colocado en el centro de la plaza como homenaje. Sprout la vio y sintió cómo su ira crecía. Caminó hacia ella con pasos decididos, su respiración agitada, su corazón latiendo con una mezcla de dolor y rabia.

Sprout: "¿Por qué tú?"

murmuró, sus ojos fijos en la sonrisa esculpida de Izzy.

Sprout: "¿Por qué no alguien más? ¿Por qué no… yo?"

Su voz temblaba con el peso de la impotencia. Y entonces, en un arrebato de desesperación, levantó una de sus patas y golpeó la estatua.

El cristal resonó con un sonido agudo, pero no se rompió. Los ponis a su alrededor se detuvieron y lo miraron, sorprendidos por su comportamiento. Pipp, quien estaba cerca hablando con un grupo de pegasos, fue la primera en acercarse.

Pipp: Sprout, ¿qué estás haciendo?!!!!! "

preguntó Pipp con una voz cargada de preocupación. Sus ojos reflejaban la tristeza que todos compartían, pero también un miedo creciente ante la intensidad de las emociones de Sprout.

Sprout: ¡Estoy cansado de todos ustedes y sus estúpidos homenajes!"

gritó, golpeando la estatua de nuevo, esta vez con más fuerza.

Sprout: "¡Como si una estatua pudiera traerla de vuelta! ¡Como si cualquier cosa que hicieran pudiera llenar este vacío!"

Pipp retrocedió un paso, sus alas temblando ligeramente.

Pipp: "No estamos intentando reemplazarla, Sprout. Solo estamos tratando de recordarla y honrar lo que era para todos nosotros."

Pero Sprout no escuchaba.

Sprout: "¡Esto no significa nada!" rugió, su voz desgarrada por la rabia.

Sprout "¡Ninguno de ustedes entiende lo que estoy sintiendo! ¡Izzy era… era mi todo! ¡Y ahora… ahora no queda nada!"

Sunny y Hitch, quienes también estaban cerca, se apresuraron hacia él.

Sunny:  "Sprout, por favor, cálmate," dijo Sunny, su voz temblando de emoción. "Sabemos que esto es difícil, pero destruir cosas no va a traerla de vuelta."

Sprout: "¡No necesito que me digas lo que sé!" replicó Sprout, su rostro rojo por la furia.

Sprout:  "¡Estoy harto de escuchar que todo va a estar bien! ¡Nada estará bien sin ella!"

De repente, golpeó la estatua con toda la fuerza que pudo reunir. Un sonido de grieta llenó el aire, y todos los presentes contuvieron la respiración. Pero antes de que nadie pudiera detenerlo, una pequeña parte de la base de la estatua se rompió, enviando fragmentos de cristal al suelo.

Hitch intervino, sujetándolo por los hombros.

Hitch: "¡Sprout, ya basta!"

dijo con firmeza, aunque sus propios ojos estaban vidriosos.

Hitch :"Sé que estás enojado, todos lo estamos. Pero este no es el camino."

Sprout se quedó inmóvil, su pecho subiendo y bajando rápidamente, y las lágrimas finalmente cayeron de sus ojos.

Sprout: "No entiendes... Snif No entiendes cómo es despertar cada día y sentir que todo tu mundo se ha ido,"

susurró, su voz quebrada y sin fuerzas.

Sunny, con su propia tristeza evidente, dio un paso adelante.

Sunny: "Sí lo entendemos, Sprout. Izzy era nuestra amiga, nuestra familia. Ella hizo de este lugar un hogar para todos nosotros. Pero ella no querría que dejáramos que su luz se apague por la oscuridad del dolor."

Sprout se desplomó de rodillas frente a la estatua rota, su cabeza colgando. "

Sprout: Estoy tan enojado... tan perdido... No sé qué hacer sin ella,"

confesó, por primera vez mostrando cuán roto se sentía realmente.

Pipp, Sunny, Hitch, y Zipp se acercaron más, formando un círculo de apoyo.

Zipp: "No tienes que hacerlo solo," dijo Zipp suavemente.

Zipp:  "Estamos aquí para ti, igual que tú estarías para nosotros."

Sprout se quedó en silencio, dejando que las lágrimas cayeran libremente. Mientras el sol comenzaba a ocultarse, cubriendo la plaza en sombras, el grupo de amigos permaneció allí, unidos en su dolor compartido, sabiendo que este viaje de duelo apenas había comenzado, pero al menos, lo enfrentarían juntos.