En Seúl.
"–No puedes hacerme esto. ¡No lo permitiré jamás! –Había exclamado una chica de cabellos castaños, los ojos llorosos, echa un mar de lágrimas.
–Lo nuestro nunca funcionó, ¿Por qué no lo puedes entender? –Esta vez habló un chico bastante alto, poseía una mirada de arrepentimiento.
–¿Qué es lo que tiene ella que no tenga yo? ¿Ah? –La chica en algún momento había caído de rodillas al suelo mientras que más lágrimas brotaban de sus grandes ojos negros..."
–¡Es un idiota! La dejó por su mejor amiga...-Comentó un chico de labios gruesos, algo bajito, cabello negro como la noche mientras veía su novela favorita en la televisión, luego de limpiar su nariz, porque sí, estaba llorando.
–El idiota eres tú por estar llorando con eso que es más falso que el color rubio de mi cabello. –Le dijo su mejor amigo que se encontraba, por casualidad, viendo la misma novela a su lado.
–HoWon, no seas insensible, que no ves que a ella ya la han hecho sufrir mucho. –Volvió a hablar el bajito mientras apagaba la televisión al haber terminado el programa.
–WooHyun, sé que es tu día libre en el trabajo, pero no lo desperdicies viendo estas tonterías, vamos a divertirnos y–Su monólogo de buen amigo fue interrumpido por el sonido del celular de WooHyun. Éste último suspiró al notar que era el número de su jefe.
–Hyung, que sorpresa que llamaras en mi día libre...sí, estoy libre...no, no tengo planes, pero...¡¿Qué?! ¡Pero hyung!...No, no tengo problema...Está bien, pasaré por su oficina a buscar los papeles...Hasta luego, hyung. –Y cortó la llamada, tirando su celular en el sofá que antes estaba sentado. – Hoya, esto no puede ser ¡Tengo trabajo estable! Pero...debo irme a vivir con ese paciente...
–No entiendo cual es el problema, ya has ayudado a mucha gente en el centro de rehabilitación, lo único que querías era un trabajo como ese. –Comentó Hoya mientras alzaba una de sus cejas al notar el semblante tan decaído de su amigo.
–Ya lo sé, pero no me quiero ir a vivir a Gangnam...-Susurró WooHyun mientras se colocaba una chaqueta para salir a las frías calles de Seúl.
Hoya tardó sólo unos segundos en procesar la información y luego se levantó de un salto con la clara expresión de sorpresa en su rostro. – ¡A Gangnam! ¿Porqué a un barrio de tan buena clase? Acaso...¿Tu paciente es un niño rico?
–Primero que todo, cálmate, ya había oído hablar de este chico, todos los enfermeros de compañía que ha tenido, terminan renunciando a la primera o segunda semana. Incluso ese chico frío, MyungSoo. Y sí, es un niño rico y mimado, por eso todos se van, sus padres viajan a todos lados y por lo que escuché, recientemente lo han operado de sus ojos por un accidente que tuvo así que no puede ver absolutamente nada, al menos hasta dentro de cuatro o cinco meses que dure la terapia.
–¿Y aceptaste el trabajo? –Preguntó su amigo mientras que ambos caminaban hasta la oficina del jefe de WooHyun, como el enfermero vivía cerca, no había necesidad de un automóvil.
–Ya conoces a Key...me obligó a aceptar. –El más bajo suspiró mientras miraba a su amigo con un forzado puchero que le sacó risas a ambos.
En Gangnam.
–No necesito otro enfermero o niñero, como quieran llamarle, todos son iguales, su actitud me molesta, sólo quieren "ayudarme" por mi condición y fue tu culpa, por tu maldita culpa estoy así. –La rabia se podía percibir claramente en la voz de un chico de cabellos rojizos, de contextura delgada sin llegar a ser delicada.
–SungGyu...yo...lo lamento mucho, no creí que algo así pasaría, sabes que con tu madre queremos lo mejor para ti. –Un hombre más alto que el nombrado, más robusto, de ojos diminutos y una pequeña barba sobre su mentón le habló a su único hijo con tristeza. – Sé que...que por mi culpa estás así, pero no creí que algo así te pasaría si te daba un pequeño empujón...
Y esa era la cuestión, el padre de SungGyu estaba en el tejado del edificio probando la nueva adquisición de la empresa, una reflector de alto voltaje que sólo debía usarse para grandes eventos y así, el reflector iluminase los cielos con los distintos colores de la gama.
SungGyu de por sí, siempre fue un chico de carácter fuerte, siempre a amado a sus padres y ellos a él, incluso lo inscribieron de pequeño a clases de piano el cual era la pasión de SungGyu. El día que su padre probaba el dichoso artefacto, él mismo le había enseñado a ocuparlo y SungGyu estaba más que feliz, era algo increíble, pero en un momento de broma, su padre le dio un ligero empujón cuando SungGyu no estaba correctamente parado y quedó justo frente al reflector. La luz cegó a SungGyu al instante y casi cae desde el piso treinta.
Su padre asustado, corrió hasta su hijo, notando como en los ojos de SungGyu salían lágrimas de un color rojo. Ese mismo día sometieron a SungGyu a una operación que si nada salía bien, podría quedar ciego para siempre.
Afortunadamente todo salió correctamente, pero debía usar una venda sobre sus ojos durante cinco meses. Desde entonces todo cambió, los movimientos de SungGyu en su casa eran torpes, cuando le contrataron el primer ayudante o enfermero, todo iba bien hasta que descubrieron que el enfermero se encargaba de robar cosas de gran valor de la mansión.
El segundo era un asco, se perdía en el hogar de los Kim y no ayudaba casi nada a SungGyu, y así pasaron tres ayudantes más, ninguno tenía su total atención en SungGyu, la tenían en la gran fortuna que éste y sus padres poseían.
Pero lo que más devastó al muchacho, fue que ya no podía tocar el piano como antes, nunca fue de componer algo, siempre leía las partituras y ahora, simplemente no podía. Tampoco se permitía llorar, no quería dar lástima por ser "el pobre niño rico que se quedó ciego". Sus sentimientos cambiaron de uno fuerte y valiente, a uno que finge ser fuerte y valiente para ocultar sus miedos, ni sus amigos lo entendían.
ESTÁS LEYENDO
Ciego de amor
FanfictionSungGyu, luego de un accidente quedó con notables secuelas...ciego temporalmente. WooHyun es un ayudante en un centro de rehabilitación y fue contratado de manera particular en la mansión donde SungGyu vivía. WooHyun estaba para ayudar a SungGyu, p...