Cuando los primeros rayos de sol se colaban por el enorme ventanal, fue WooHyun quien primero abrió sus ojos y lo primero que hizo fue sonreír. La noche anterior había sido una de las más maravillosas de toda su vida.
Giró su rostro lentamente y acaricio los suaves cabellos de su novio para despertarle. Aunque podría quedarse viéndolo dormir todo el día, aunque SungGyu no lo pensara, era demasiado lindo...
—WooHyun...—Susurró el mayor comenzando a abrir sus ojos lentamente, el menor sonrió pero de pronto se preocupó cuando vio los ojos de SungGyu cerrarse y que de ellos comenzaran a brotar lágrimas.
—¿Q-qué pasa? ¡SungGyu! —De pronto el enfermero se dio cuenta, la luz. Se levantó rápidamente y cerró todas las cortinas, para después volver a la cama, donde SungGyu cubría sus ojos con sus antebrazos. — Hyung...
—Me duele, WooHyun...duele mucho. —Susurró el mayor, WooHyun se acercó y lentamente fue quitando los brazos de los cerrados ojos del mayor, con cautela tomó la presión arterial de SungGyu, demasiado alta.
—Calma, SungGyu, mantén los ojos cerrados...—WooHyun tomó su celular de la mesita de noche y llamó una ambulancia. Esto podría ser peligroso para los ojos de SungGyu.
Los paramédicos de inmediato le dieron un calmante al pelirrojo en lo que llegaban al hospital, el dolor para SungGyu era insoportable, WooHyun le sostuvo la mano fuertemente todo el camino.
Una hora más tarde, los padres de SungGyu se enteraron de que su hijo fue intervenido en el hospital debido a que forzó demasiado los ojos al recibir la luz natural de forma tan directa. WooHyun se sentía tan culpable, y lo pero era que aún no recibía noticias sobre el estado de SungGyu.
Cuando ya su desesperación estaba al límite, una enfermera apareció para decirle que SungGyu ya podría irse a casa y que debía ir a buscarle.
Al entrar en la habitación donde habían atendido a SungGyu, sintió un enorme nudo en la garganta cuando nuevamente le vio con la venda sobre sus ojos y que además, el mayor se estaba mordiendo los labios, de seguro para aguantar el llanto.
—SungGyu...—Susurró el menor y el mayor alzó su rostro en, lo que supuso, era de donde venía la voz de WooHyun. El pelinegro iba a hablar nuevamente cuando el doctor entró con el expediente médico de SungGyu.
—Afortunadamente, esto no pasó a mayores...pero, vuelvo a recordar, la luz natural, es decir del sol, afecta gravemente los ojos del señor Kim. Esto pudo haber sido mucho peor, pero como no fue tan grave, no fue necesaria una operación. —WooHyun tragó duro ante aquella revelación. — Enfermero Nam, si usted no está capacitado para cuidar del señor Kim, me temo que deberé enviar a otro para que le cuide mejor.
Los ojos de WooHyun se agrandaron y luego miró a SungGyu, quien nuevamente había agachado la cabeza, supuso que él estaba de acuerdo así que asintió. Debía irse.
Cuando llegaron a la mansión, Nam dejó a SungGyu en la sala con la nueva enfermera y el pelinegro fue a guardar todas sus cosas de la habitación de huéspedes. SungGyu no había dicho palabra alguna desde que salieron del hospital y WooHyun tampoco lo iba a obligar a nada.
Llamó a los padres de SungGyu para avisarles del nuevo cambio y estos accedieron a regañadientes. Un superior le había dado una orden a WooHyun, ellos no podían hacer nada para contrarrestarlo.
—SungGyu...la señorita SoJin se quedará contigo hasta que tu tratamiento termine, lamento mucho todo el daño que te he hecho...—Susurró el menor mientras abrazaba a SungGyu, pero este seguía sin hablar, ni siquiera correspondió a aquel abrazo. — Recuerda que te amo, ¿Sí?
Ni una seña, ni una expresión facial, ni un movimiento. Nada.
Con el corazón hecho trizas, WooHyun salió de aquella mansión hacia el taxi que le esperaba para volver a Seúl, quizás y sólo quizás, eso fue lo mejor para ambos.
—Señor Kim...—Susurró la bella chica que sería la nueva ayudante del pelirrojo. — No quiero entrometerme en su vida, pero...¿De verdad va a dejar que se vaya?
—Escucha...lo que haya pasado entre WooHyun y yo, no es asunto tuyo. Si él decidió irse...es problema de él, no mío. Llévame a mi habitación. —La chica suspiró y con cuidado llevó a SungGyu a su habitación, donde prácticamente le cerró la puerta en la cara a SoJin y no salió en el resto del día.
La nueva enfermera llamó a los padres de SungGyu, informándoles que ella sería la nueva ayudante de su hijo y que WooHyun ya había dejado la mansión por completo.
Sin darse cuenta, dos días habían pasado.
SungGyu seguía sin salir de la habitación, SoJin se preocupaba cada vez que el pelirrojo le decía que se iba a duchar ya que no dejaba entrar a la enfermera, los cambios en su vendaje eran siempre fríos a pesar de que las manos de la chica siempre estaban tibias.
Ante aquella situación, los padres de SungGyu decidieron volver antes, o sea, al día después.
—Señores Kim, es un placer conocerlos en persona. —La dulce chica hizo una reverencia ante los señores y ellos amablemente le dijeron que no fuera tan formal. — El joven Kim está en su habitación...no me ha dejado entrar ni siquiera a dejarle el almuerzo.
—Querido, iré a hablar con SungGyu, no tardo. —Informó la mujer antes de dirigirse a la habitación de su único hijo. Su instinto materno le decía que su pequeño le necesitaba. — SungGyu-ah...
—Mamá...—Musitó sorprendido el pelirrojo mientras se erguía correctamente en la cama, tenía el pelo desaliñado, sus raíces se notaban, estaba pálido y lo peor, su labio inferior temblaba.
—Mi pequeño...—La madre de SungGyu de inmediato se acercó y abrazó a su hijo, siendo correspondida de inmediato por los delgados brazos del pelirrojo. — Tranquilo, cielo...
—Extraño a WooHyun...—Susurró SungGyu, tratando de que su voz no se quebrara, pero su madre de inmediato notó el estado de su bebé. — Yo le dije al doctor que lo mejor sería cambiar de ayudante. Fui yo...pero fue porque quería estar bien para él, no creí que accediera tan pronto a irse, pero se fue el mismo día...
—Y me imagino que tú en ningún momento te preguntaste cómo se sentía WooHyun al respecto, ¿No es así? Por cierto, ¿Cómo fue que...estabas sin tu vendaje en la mañana? —SungGyu se sonrojó furiosamente al recordar porqué se quitó el vendaje y lo que pasó esa noche.
—Eso es algo que no te puedo contar por el hecho de que eres mi madre, pero lo que si...fue culpa mía, yo me quedé en la habitación de WooHyun a dormir, olvidé por completo que no podía estar en lugares con mucha luz...y mucho menos luz natural. Olvidé que estoy en este estado, yo sólo quería amanecer con WooHyun a mi lado y ver su rostro al despertar...—La madre de SungGyu suspiró y acarició la cabellera de su pequeño.
—¿Y qué piensas hacer, bebé?
—No lo sé, no sé cómo comunicarme con él, no sé dónde vive...caí en cuenta de que lo conozco menos de lo que pensé. —La madre de SungGyu frunció los labios.
—¿Y te quedarás de brazos cruzados aquí mientras WooHyun está con el corazón tan o más destrozado que el tuyo? —Dijo en un tono maternal la mujer, sabiendo que su hijo entendería sólo de esa manera.
—Por supuesto que no...
—Entonces búscalo.
Y entonces SungGyu recordó la vez que huyó de WooHyun por culpa del comentario de su estúpido amigo, WooHyun le buscó por todos lados e incluso le salvó de ser atropellado. Aún recuerda la voz quebrada de WooHyun pidiéndole perdón. Aún recuerda que siempre WooHyun era el que se preocupaba por él.
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Ciego de amor
FanfictionSungGyu, luego de un accidente quedó con notables secuelas...ciego temporalmente. WooHyun es un ayudante en un centro de rehabilitación y fue contratado de manera particular en la mansión donde SungGyu vivía. WooHyun estaba para ayudar a SungGyu, p...