𝘁𝗿𝗼𝘂𝘃𝗮𝗶𝗹𝗹𝗲.

🌧

luego de aquello, se había bajado atrás de ella esperando que no lo dejara solo de nuevo, como era costumbre.

la noche pasó algo lenta para el ojiverde, que no se estaba divirtiendo en lo absoluto. camila estaba por ahí bailando con sus amigas.

y él estaba de nuevo solo. no le molestaba que estuviera con sus amigas, pero lo había estado ignorando toda la noche y le dolía.

terminó su segundo vaso, no había pedido nada en especial, aparte de que no le gustaba tanto el alcohol.

no se había dado cuenta que alguien estaba sentado a un lado de él.

hasta que lo saludó, y vaya que se emocionó.

¿cómo no lo iba a estár?, hace tanto no hablaba con él

—¡ey, amigo!, ¿como andás? —saludó el morocho abrazandolo.

mauro sonrió sorprendido pero aliviado al saber que no estaba ahí solo, o no lo estaría más.

—¡ey!, todo bien, ¿qué onda vos? —preguntó una vez que se alejaron y tomaron asiento uno al lado del otro.

mauro sonrió siendo correspondido por el morocho.

—bien, bien, gracias. hace un montón no te veía, amigo —habló con cierta nostalgia, pero aún con una sonrisa.

—si, amigo. ¿cómo haz estado?, ¿cómo va tu vida? —preguntó iniciando un tema de conversación.

las próximas horas se basaron en eso, hablar y hablar. mauro no podía sentirse más feliz con él.

bueno, hasta que camila se dió cuenta que estaba hablando con él y se fué todo a la mierda.

monzón la vió salir del lugar y paró la conversación con tiago, quien se dió cuenta que algo pasaba.

—¿qué pasó? —cuestionó al verlo alarmado.

—eh, amigo, te veo después, ¿si? —se despidió no esperando una respuesta.

salió corriendo tras ella, sabiendo que algo había pasado.

cuando salió la vió contra la pared en su celular.

—¿qué pasa? —preguntó, tenía un presentimiento muy malo, no sabía por qué.

—¿qué hacías hablando con él? —preguntó ahora ella. se acercó tomando su otra muñeca ahora, apretandola.

mauro no se quejó y mordió su labio queriendo encontrar una explicación buena para que no le hiciera nada.

estaba muy mal.

—solo estabamos hablando, nada más camila, ¿si? —se acercó e intentó tomar su mejilla pero en un abrir de ojos ella ya había estampado su mano contra la suya.

quedó algo aturdido después de la cachetada, y el miedo lo invadió esperando que no pasara más.

camila lo había soltado y soltó una queja en voz alta. mauro trataba de recuperarse, no podía procesarlo.

y no sabía el por qué, siempre que pasaba esto actuaba como si nada. era tan estúpido.

—¡no me mientas!, ¡te dije miles de veces que él te gustaba de vos!, ¡te quiere alejar de mí! —gritó una y otra vez.

ocasionando que mauro se encongiera en su lugar, quería correrz alejarse pero su piernas no respondían.

camila se acercó de nuevo a él y monzón con cierto miedo se quedo quieto.

—porfavor, sabes que no lo quise hacer, te amo demasiado. él te quiere alejar de mí, porfavor mauro —pidió entre lágrimas, falsas como era todo en ella.

mauro solo asintió rendido, claro que no podía hacer nada, tenía miedo.

camila lo dirigió al auto pero fueron interrumpidos por cierto morocho, que había visto todo.

—¡mauro! —gritó él a lo lejos, estaba acercándose poco a poco.

mauro negó de inmediato y apenas habló.

—tiago, de verdad, ahora no puedo. nos vemos después —se despidió lo más rápido que su boca lo dejó pero el morocho fué más rápido.

lo había tomado de la muñeca, la misma que había lastimado camila.

trató de safarse por el dolor, aunque tiago no estaba apretandolo, sino era gentil su agarre.

—¿te vas a ir con ella, de verdad mauro? —preguntó incrédulo, después de que lo golpeó, ¿cómo podía actuar como si nada?.

—si, me tengo que ir porfavor, tiago, soltáme —rogó porque camila no saliera o le iría peor.

—¿qué hacés? —alzó la voz camila, ahora dirigiéndose a ambos.

—no, ¿qué hacés vos?, ¡estás loca! —tiago no se contuvo más y comenzó a putearla.

se armó una discusión que mauro trató de detener, pero camila como siempre comenzó a jalonearlo.

tiago trataba de defender al oji verde pero éste se negaba, sabía que la tenía difícil. podía entender el miedo de su amigo pero no podía simplemente dejarlo ahí.

—¡no, él se va a ir conmigo! —gritó la rubia una vez más antes de obligar a mauro a entrar al auto.

él no tuvo de otra más que obedecer, tiago lo miró con cierta lástima pero estaba molesto con ella.

arrancó el auto, mauro tenía un cagazo enorme. sabía que la pasaría peor en casa, cuando ambos esten solos.

oli, qe les pareció¿¿¿
hoy seguro actualizo más nochesitaa
ls quieroo