• Capítulo 1 •

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—¡Corte! —la voz resonó por todo el estudio de grabación

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—¡Corte! —la voz resonó por todo el estudio de grabación.

Las cámaras bajaron y las actrices comenzaron a moverse por el lugar, algunas yendo a descansar y otras retocando su vestuario y peinado en puntos específicos del estudio.

Samantha se dirigió a una esquina, donde la esperaban algunas estilistas, quienes rápidamente empezaron a ajustar su atuendo y el leve maquillaje puesto en su rostro, un traje negro que se adhería a su cuerpo era lo que más resaltaba.

—Samantha —dijo el productor al acercarse—. Tenemos dos escenas más por grabar. ¿Deseas repasar el libreto o prefieres dejarlas para mañana?

Ella desvió la mirada, sin querer tener contacto visual con aquel tipo.

Miró su celular: 23:46

—Una escena más; la otra la dejamos para mañana —respondió, abriendo una botella de agua.

—¡Ok! ¡Cámaras arriba! ¡Seguimos con la grabación!

Samantha observó el fondo que las cámaras enfocaban, donde se grababan las escenas casi finales de la película.

Soltó un suspiro cansado. Su cuerpo estaba pesado y sus ojos luchaban por mantenerse abiertos, pero eso era parte de su trabajo, de su rutina como actriz.

—Señorita... —escuchó a un lado.

Volteó rápidamente y se encontró con Félix, su guardaespaldas.

—¿Necesita algo, señorita? ¿Desea que le traiga algo de comer? —preguntó con calma.

—No, Félix, gracias. Solo prepara todo para que podamos irnos en cuanto termine.

—Claro. Si necesita algo más, no dude en avisarme.

Asintió y volvió a enfocarse en las cámaras, donde el director daba indicaciones al personal de luces y enfoques.

—Muy bien, Samantha, ya sabes: mirada seria, habla claro —empezó a explicar—. Recuerda dónde debes caer en el momento de la pelea. Si sientes algún malestar o dolor, solo indíquelo, lo mismo va para el resto. ¿Entendido?

Los actores presentes rodaron los ojos levemente, sentían que la voz de dicho director los iba a volver locos.

Las cámaras enfocaron a los actores en el set. La voz del director resonó, dando inicio a la grabación. Samantha se concentró en los detalles del guión, tratando de que en su mente solo estuviera lo antes estudiado, los golpes, esquivos y expresiones de dolor en los momentos clave.

Finalmente, llegó el instante en el que su personaje debía caer, y así lo hizo, lanzándose al suelo con un quejido que mezclaba el dolor fingido con un toque de realidad.

—¡Corte! —gritó el director, y una de las actrices se acercó para ayudar a Samantha a levantarse—. Muy bien, hemos terminado por hoy. Mañana temprano los quiero aquí para continuar —dijo mientras caminaba hacia el centro del set—. ¡Abril! —llamó, obteniendo la atención de una chica sentada cerca—. Mañana tienes que venir más temprano; tu escena es una de las primeras.

Behind the fame ══ Riverducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora