Taehyung aclaró su garganta y comenzó:
-Jungkook, no estoy jugando, todos estos años quise verte, no he dejado de pensar en ti. Matar a mi esposo era necesario, él me odiaba tanto o peor que mi padre, sufrí cada día maldito día- comenzó- Sé que no tengo perdón por lo que hice, pero nada de lo que ocurrió fue porque quisiera, Heechul, ese hombre hizo un trato con mi papá mucho tiempo antes de que muriera- sus miradas y sus palabras estaban cargadas de mucho odio.
Jungkook frunció el ceño, ¿qué carajos?
-¿Recuerdas ese día en el hospital, cuando Suho murió?- Jungkook asintió rápidamente- El muy maldito me dijo que tenía que casarme con Heechul, le debía mucho dinero por sus estúpidas apuestas y yo era el pago. Mi papá nunca tuvo dinero y cuando lo tenía lo gastaba en alcohol, tampoco un trabajo estable, lo sabes. Heechul era un viejo de casi cincuenta años cuando me llevó con él. Era un fanático religioso que creía que los donceles como yo son una maldición creada por el demonio. Dijo que se encargaría de sacar al demonio que habitaba dentro de mí, estaba completamente loco- su mirada se desvió hacia el crucifijo que se encontraba en medio de la pared- Él me obligaba a desnudarme y darme latigazos en la espalda para purificar mi alma, al principio pensé que eso lo excitaba, pero pude observar el odio hacia mí en sus ojos, realmente creía que yo era un demonio- hizo una pausa.
Jungkook sintió su sangre hervir. Sabía que Suho era capaz de todo con tal de hacer sufrir a su hijo.
Pero eso era lo más asqueroso que alguna vez escuchó.
No dudó un segundo en las palabras de Tae. Sus ojos no mentían.
Se mantuvo en silencio a la espera de que Tae continuara, necesitaba tiempo y él lo sabía. Nunca fue la clase de persona que se abriera plenamente acerca de sus sentimientos o preocupaciones, y cuando lo hacía, tomaba algunas pausas.
-Él pudo torturarme cuantas veces quiso porque vivíamos en una casa en el campo, alejados del pequeño pueblo, no teníamos vecinos y nadie podía escuchar mis gritos. Todos lo respetaban y ni siquiera le cuestionaron el haberse casado con un doncel tan joven, es más, las pocas personas del pueblo estuvieron en nuestra boda. Fue el peor día de mi vida, yo no soportaba la idea de tener que acostarme con un viejo como él- su mirada permanecía en el crucifijo.
Jungkook tomó las manos de Taehyung y las apretó levemente.
Estaba demasiado consternado. De solo imaginar el sufrimiento por el que pasó Tae durante tanto tiempo hizo que su corazón se comprimiera.
Cualquier tipo de resentimiento iba desvaneciéndose poco a poco. Ahora comprendía muchas cosas que años atrás no pudo descifrar.
Tae no merecía eso.
-¿Él te?- Tae negó rápidamente antes de que terminara.
Jungkook soltó un suspiro de alivio, si es que era posible tener un poco de eso.
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Delicate- KookTae
Proză scurtăEn donde Tae regresa a la ciudad y se reencuentra con su viejo amante.