confusion 2

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Jon

Ya habian terminado las primeras horas.

Recoji mis cosas y sali a buscar a Dami, estube repasando en mi cabeza las palabras que usaria y según yo todo tendría que salir bien. No queria que Damian se molestara por querer meterme en sus cosas.

Seguí por los pasillos cuando una mano me alcanzo, era Katy, al parecer me estaba siguiendo y sinceramente eso me molestó.

J:-. Que pasa katy, ahora tengo algo de prisa-. Dije ansioso

K:-. Ah bueno, me preguntaba si querias almozar conmigo hoy jaja-.

J:-. Yo.. bueno..-. Pude escuchar los latidos de Damian a lo lejos-. ...eeeh, si claro, nos vemos en el almuerzo. Adios!-. Corri dejando a Katy atras.

Mentiría si dijera que no me sentí un poco mal, pero esto era más importante.

Seguí corriendo hasta que puede distinguir su figura entre la gente.

J:-. Damian, espera!-. Grite esperando a que el se detuviera pero.... no lo hizo.

El claramente me había escuchado, lo sé porque su corazon dio un pequeño huelco cuando lo llame. Entonces porque me estaba ignorando? Seguía molesto por lo de la mision? Ahora me odiaba?

Había pasado un tiempo desde la última mision que tube con Damian y estoy de acuerdo que habia cometido un error de novato pero... tanto para ignorarme?

Seguí llamandolo pero lo perdí de vista.
Intente escuchar nuevamente sus latidos pero ahora se camuflaban entre la multitud. Era algo que odiba que hiciera, desde que supo que podía identificarlo con sus latidos empezó a entrenar para disimularlos, algo que le insisti que no hiciera por seguridad.

Ya me estaba hartando y estaba a punto de guiarme por el olfato cuando oí la campana.

J:-. Rayos... porque hay tantas personas en esta escula?.. -. Dije molesto y me dirigi a mi aula.

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Damian

En cuanto escuche su voz llamándome me puse nervioso, caminé mas rapido ignorando su llamado y controle mi respiracion para que no me encontrara.

Al parecer Jon, gracias a su estúpido super-oído, podia encontrarme desde muy lejos con tan solo escuchar mi corazó.

Algo que claramente no iba a permitir.

Estaba caminando por los pasillos hasta que encontre un aula vacía, me escondí y espere unos minutos hasta que la campana sonó.

Sigilosamente salí y me dirigí a mi salón aún controlando mis latidos, no hiba a bajar la guardia todavía.

Jon puede parcer ingenuo pero aveces puede sorprenderte.

Al llegar suspire y me senté, sabía que no podía ignorar a jon para siempre, íbamos a encontrarnos en la baticueva de todas maneras pero simplemente no podía verlo a la cara.

Solo tenía que esperar hasta la noche y escuchar la respuesta de Jon.

Te deseo mi demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora