Lo que nunca te dije

3 0 0
                                    

Esta historia está hecha por chatgpt y la quería compartir para ustedes porfavor no me funen

---

El sol estaba en su punto más alto, iluminando el patio de la Academia U.A. Era un día aparentemente tranquilo, pero dentro de Katsuki Bakugou, las emociones bullían como un volcán a punto de estallar.

Mientras entrenaban, Bakugou no podía evitar lanzar miradas furtivas hacia Midoriya. Siempre lo había hecho, aunque nunca lo admitiría. La manera en que Deku se esforzaba, siempre con ese brillo en los ojos, siempre tratando de ser mejor... lo sacaba de quicio. Pero, en lo más profundo, había algo más que ira y rivalidad. Había algo que nunca había querido reconocer.

Ese día, después de una batalla intensa de entrenamiento, ambos se quedaron solos en el campo. El sudor resbalaba por sus frentes, respiraban pesadamente, pero había una tensión en el aire que no tenía nada que ver con la pelea.

—¿Por qué siempre... tienes que meterte en mi camino, Deku? —gruñó Bakugou, aunque su tono no era tan agresivo como solía ser.

Midoriya, jadeando aún por el esfuerzo, lo miró con esa expresión tan característica: una mezcla de nerviosismo y determinación.

—No es... eso, Kacchan. Solo... quiero ser fuerte. Quiero... quiero estar a tu altura.

Bakugou frunció el ceño, pero sus palabras lo desarmaron. Siempre había pensado que Deku lo seguía porque quería superarlo, pero... ¿y si en realidad solo quería estar a su lado?

—Idiota —murmuró Bakugou, apartando la mirada—. Nunca estuviste por debajo de mí.

Las palabras salieron antes de que pudiera detenerse. Habían sido un secreto guardado durante años. Midoriya lo miró sorprendido, su boca entreabierta, sin saber qué decir.

—Siempre has sido fuerte, maldita sea —continuó Bakugou, apretando los puños—. Y eso es lo que más odio de ti. Que nunca te rindes, que siempre me empujas a ser mejor. Maldito nerd...

El silencio se hizo pesado, solo interrumpido por el viento que movía las hojas de los árboles. Midoriya dio un paso hacia él, y antes de que Bakugou pudiera reaccionar, sintió una mano sobre su hombro.

—Kacchan... —Midoriya habló con suavidad, como si las palabras pudieran romper la frágil tensión entre ellos—. Yo... siempre te he admirado. Siempre te he visto como alguien inalcanzable. Nunca pensé que... me veías así.

Bakugou tragó saliva, notando cómo su pecho se llenaba de emociones que no sabía cómo manejar. ¿Cómo podía decir lo que sentía, cuando ni él mismo lo comprendía del todo?

—¡Tsk! —Bakugou se apartó, pero no del todo—. Solo cállate, Deku. Esto es estúpido.

Midoriya sonrió suavemente, con esa ternura que lo caracterizaba, y Bakugou, aunque seguía con la cabeza baja, no podía evitar sentir algo extraño en el pecho. Algo que no tenía nada que ver con las batallas, las peleas o la rivalidad.

Era algo mucho más personal. Algo que había estado intentando ignorar durante años.

Finalmente, Midoriya habló, con una voz que apenas era un susurro:

—Kacchan, yo también... siento algo por ti. Siempre lo he hecho.

Bakugou levantó la vista, encontrándose con esos ojos verdes que tanto odiaba y admiraba al mismo tiempo. No supo qué decir. No sabía cómo reaccionar. Así que, por primera vez en mucho tiempo, no dijo nada. Solo dejó que el silencio hablara por ellos, uniendo lo que las palabras no podían expresar.

---

Lo que nunca te dije asta ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora