parte 6

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Los días siguientes a su conversación nocturna en el dormitorio fueron tranquilos, pero había una tensión sutil entre Bakugou y Midoriya, una que ni siquiera ellos sabían cómo manejar. Ambos seguían entrenando juntos, manteniendo su relación en ese delicado equilibrio. Sin embargo, por mucho que intentaran ignorar la complejidad de lo que sentían, era imposible fingir que nada había cambiado.

Un sábado por la tarde, mientras la mayoría de sus compañeros descansaba, Midoriya recibió un mensaje inesperado de Bakugou.

**Kacchan:** *"Te veo en el campo de entrenamiento en 10 minutos."*

Midoriya, aunque sorprendido por lo brusco del mensaje, sabía que cuando Bakugou lo llamaba, era por algo importante. Se puso su traje de héroe rápidamente y se dirigió al lugar de encuentro.

Al llegar al campo de entrenamiento, Bakugou ya estaba allí, esperando con los brazos cruzados y la expresión concentrada. El viento levantaba ligeramente su cabello rubio, y sus ojos rojos seguían fijos en el suelo, como si estuviera decidiendo cómo empezar la conversación.

—¿Kacchan? —Midoriya lo llamó suavemente mientras se acercaba, notando la tensión en su cuerpo.

—Necesito que pelees conmigo —dijo Bakugou de repente, levantando la cabeza para mirarlo directamente a los ojos.

Midoriya parpadeó, sorprendido por la solicitud. Sabía que Bakugou solía recurrir a las peleas para resolver sus emociones, pero esta vez sentía que había algo más detrás de su propuesta.

—¿Pelear? ¿Por qué ahora? —preguntó Midoriya, dando un paso más cerca.

Bakugou desvió la mirada por un segundo, sus labios apretados como si luchara con las palabras. Finalmente, respiró hondo y soltó lo que estaba en su mente.

—Necesito aclarar mi cabeza. Necesito entender lo que siento, y no sé cómo hacerlo de otra forma. —Lo miró intensamente—. Tú siempre me has impulsado a ser más fuerte, maldito nerd, y ahora quiero que me ayudes de nuevo.

Midoriya sintió una mezcla de emociones: sorpresa, nerviosismo, pero también una profunda comprensión. Sabía que, para Bakugou, el combate era la manera de procesar todo lo que estaba en su mente. Y si esta pelea iba a ayudar a aclarar las cosas entre ellos, estaba dispuesto a hacerlo.

—De acuerdo, Kacchan. Si pelear es lo que necesitas, lo haré —respondió Midoriya, poniéndose en posición de combate.

Bakugou no esperó una respuesta más larga. En cuanto Midoriya estuvo listo, lanzó su primera explosión, una ráfaga rápida y precisa dirigida a desorientarlo. Midoriya la esquivó por poco, reaccionando a tiempo para lanzar un contraataque con su "One For All" al 20%. El campo de entrenamiento se llenó rápidamente de sonidos de explosiones y el impacto de golpes.

A medida que la pelea avanzaba, Midoriya se dio cuenta de que Bakugou no estaba luchando solo con la intención de ganar. Había una intensidad emocional en sus movimientos, una desesperación que rara vez se veía en él. Sus ataques eran poderosos, pero también erráticos, como si algo lo estuviera distrayendo.

—¡Kacchan! —gritó Midoriya, saltando hacia atrás para evitar una explosión particularmente fuerte—. ¡No puedes seguir así! ¡No es solo una pelea para ti!

Bakugou gruñó, lanzándose hacia él con un rugido de frustración.

—¡Eso ya lo sé, maldita sea! —gritó, sus manos brillando con energía explosiva—. ¡Pero no sé cómo lidiar con esto de otra forma!

Ambos chocaron en el centro del campo, sus golpes enviando ondas de choque a su alrededor. Midoriya sintió la fuerza de las explosiones en su cuerpo, pero también notaba algo más: Bakugou estaba perdiendo el control, y no era por la pelea, sino por los sentimientos que había estado reprimiendo.

—¡Kacchan, basta! —Midoriya gritó, agarrando el brazo de Bakugou para detener su siguiente ataque—. ¡No es necesario que pelees contra mí para entender lo que sientes!

Bakugou se detuvo, respirando pesadamente mientras lo miraba con furia y confusión.

—¿Entonces qué, Deku? ¿Qué se supone que haga? ¡No puedo ignorarlo! ¡No puedo simplemente dejar de sentir lo que siento! —Su voz temblaba, llena de una mezcla de rabia y frustración que no podía contener.

Midoriya, aún sosteniendo su brazo, lo miró directamente a los ojos.

—No tienes que luchar solo, Kacchan —dijo con firmeza—. No tienes que pelear conmigo para entenderlo. Puedes hablar, confiar en mí. Estoy aquí para lo que necesites, no solo para pelear.

Bakugou se quedó inmóvil, respirando con dificultad mientras las palabras de Midoriya lo alcanzaban. El campo de entrenamiento quedó en silencio, solo interrumpido por el sonido del viento que soplaba entre ellos.

Finalmente, Bakugou soltó un suspiro pesado, y su cuerpo relajó la tensión que había acumulado durante toda la pelea. Se dejó caer al suelo, agotado tanto física como emocionalmente.

—Eres un maldito fastidio, Deku —murmuró, su voz sin la habitual agresividad, más bien resignada—. Pero... gracias.

Midoriya se sentó a su lado, con una leve sonrisa en los labios.

—Estamos en esto juntos, Kacchan. No tienes que enfrentar todo tú solo.

Bakugou no respondió, pero en su silencio, Midoriya entendió que las palabras habían llegado. Aunque la pelea había terminado, la verdadera batalla dentro de Bakugou apenas comenzaba. Pero esta vez, sabía que no estaba solo.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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