¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO?

a ver, aver, ¿qué pasó?

Ya no tenía energía, no podía teletransportarse y esquivar aquel corte, Sukuna lo tenía justo donde quería. Ambos se habían agotado por la pelea, pero Gojo se había agotado más.

Lo primero que vió luego del ataque, es el cielo inmenso, recordó a Geto, tal parece que alfín se reuniría con su mejor amigo, ya no sentiría la soledad que había estado sintiendo todo ese tiempo. 

Lamentaba dejar a sus queridos estudiantes, más lamentaba dejar desprotegido y solo a Yuuji, esperaba que estuviera en compañía de sus compañeros y lograran hacerle frente a Sukuna y derrotarlo, confiaba en ellos con su vida. 

Ya había logrado aunque sea debilitar un poco a la maldición.

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– Un momento. – Dijo Gojo y se sentó sobre sus piernas. – ¿Cómo demonios? ¡Estoy vivo! ¿Estoy vivo? ¡Sukuna! ¡Eh! ¡Ehhhhhhh! – el más fuerte gritó mientras veía como el cuerpo de Megumi estaba sangrando y Sukuna parecía haber sido derrotado por... ¿Por Yuuji? ¡Y ese Yuuji estaba viéndolo furiosamente! ¡Sus puños estaban llenos de sangre! "¿Qué rayos? ¿Yuuji siempre había tenido esos colmillos?" Gojo estaba tan distraído pensando en los bonitos colmillos de Yuuji que no notó como el chico estaba delante suyo muy enfadado a pesar de estar con una sonrisa. –¡Felicidades! ¡Hemos ganado! – Fue lo único que dijo Gojo antes de sentir como Yuuji lo levantaba y lo abrazaba. 

Estaba muy incómodo, no había sido abrazado en mucho tiempo, desde aquella misión de Yuuji a Roppongi. Su cuerpo estaba reaccionando extraño pero se relajó inmediatamente.

–¿Por qué no puedo olerte Satoru? – La grave voz del más joven le dió un agradable escalofrío en la columna. 

– ¿De qué hablas Yuuji? ¿Desde cuándo me dices Satoru? No importa, me gusta. – Yuuji se separó del abrazo y lo miró a los ojos confundido, Gojo estaba igual o más. Pensó que había muerto con ese último ataque de Sukuna.

Pronto la mirada de Yuuji se puso enojada y la pupila de sus ojos se dilató.

–Oh, no Satoru, dejate las bromitas para luego. Contéstame, ¿por qué no puedo olerte ni sentirte? Se que lo odiabas, pero sabes, a mí me encanta y te sigo respetando, no importa lo que seas, siempre te admiraré.– Gojo estaba más confundido por las palabras de Yuuji, el otro solo podía enojarse al ver la cara tonta e ignorante de Gojo.

–No logro entender a dónde quieres llegar Yuuji. ¿De qué estás hablando? – Gojo se sorprendió cuando escuchó a Yuuji gruñir. "¡¿Está gruñendo?!" pensó y estaba en lo correcto, vio como los colmillitos de Yuuji empezaron a salivar, tenía un mal presentimiento.

– ¡Detente Itadori! – Gojo no entendía que estaba pasando, de repente había aparecido Yuuta, parecía que tenía dificultades para respirar, estaba agitado, también vio como los demás empezaban a llegar pero no se acercaban. Los miró curioso, parecían preocupados "¿están preocupados por mí? Nah, debe ser por Megumi o Yuuji" pensó Gojo muy extrañado, algo estaba raro en todo eso. No se equivocaba.

– ¡No se acerquen! – Gojo sintió cierta corriente eléctrica recorriendo su cuerpo, viajando como una señal, para terminar en su cabeza. El heredero Gojo dobló su cabeza a un lado, dejando su cuello visible cuando terminó de escuchar a Itadori. Era raro, pero se sentía bien de algún modo, como droga y sumisión, no lo podía entender del todo, la información que llegaba a sus ojos era desconocida.

No era el único anonadado, los demás presentes lo veían de igual manera, tan sorprendidos. no creían lo que veían. 

Yuuji lo notó y cubrió con su cuerpo lo que podía de esas miradas.

–Tranquilo, lo siento, no debí hacerlo, perdóname. – Gojo no entendía, su cuerpo no le respondía adecuadamente. Yuuji no recibió respuesta, se dirigió a los demás. – Lo siento de nuevo Satoru, solo tomará un tiempo. Ni una palabra de esto, Meimei elimina cualquier prueba. – Oh, Satoru sintió esa deliciosa corriente, podía sentir la amenaza hacia sus colegas y estudiantes, pero para él se sentía tan bien. 

No pensó que Yuuji lo cargara y se lo llevara. ¡Era muy rápido!

– Lo siento, no aguantaba más y no quería ponerte en peor situación. Me desespera no olerte. – Escuchó Gojo para luego sentir como esos colmillos se hundían en su cuello, el dolor fue terrible, se preguntó si acaso Yuuji intentaba matarlo. – ¿Qué? – Gojo vio como Yuuji se separaba confundido y asustado. ¡Él estaba confundido! ¿Qué demonios le pasaba a Yuuji como para morderlo? Se curó inmediatamente para decepción de Yuuji.

– ¿Qué demonios, Yuuji? – Gojo estaba molesto con su estudiante.

– No puede ser. ¿Tanto lo detestas? ¿No puedes dejarlo atrás a pesar de todo lo que ha pasado y he hecho? ¿Por qué? – Gojo estaba muy angustiado cuando vio las lágrimas de Yuuji, se sentía horrible, era horrible por hacer llorar a Yuuji. – ¿Qué demonios hiciste Gojo? – Fue lo último que Yuuji dijo para luego desmayarse y empezar a convulsionar.

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No trmino uno y estoy empezando otro jajaja.