Itadori Yuuji es peligroso.

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– Todo está volviendo a estar en orden, al menos la mayoría. – Yuuta informó a su profesor, estaba a una distancia alejada, la podredumbre del olor a muerte no le permitía acercarse mucho. Gojo vio al muchacho taparse la nariz.

– Ya veo, eso es bueno. – La sonrisa rígida del mayor siguió un tiempo.

Yuuta lo miró, se preguntaba que sucedía entre Gojo y Yuuji, pensó que luego de la batalla esos dos estaría celebrando a lo grande, o al menos esperaba que el Gojo secuestrara al menor y lo ocultara de todos por al menos dos semanas. Aún recordaba el olor territorial y sofocante cuando el mayor le pidió proteger al menor.

– Sensei, venga conmigo, por favor. – Gojo siguió al muchacho, estaban alejándose de Yuuji. Yuuta encaminó al mayor hacia la azotea.

–¿Por qué me traes aquí? – Yuuta estaba de espaldas a él cuando lo escuchó decir.

–¿Quién eres? –

–¿Qué? Soy el hechicero más fuerte por supuesto, Gojo Satoru. – Sin querer, algo nervioso se había puesto. Yuuta volteó sobre su cuerpo, estaba serio, la calma del chico no estaba presente como siempre.

Gojo se alertó, Yuuta había sacado su espada y aumentado su energía maldita.

– ¿Yuuta? – Dijo Gojo cuando la reina de las maldiciones también había salido.

Gojo solo usó el infinito.

–¡¿Qué pasa Yuuta?! – Gojo estaba agotado, aún no se había recuperado del todo y su cerebro no aguantaría mucho.

Yuuta no cambiaba la firmeza de su mirada, ese ser, que se hacía pasar por su maestro debía morir. Aunque no sabía donde estaba su maestro, lo que sí es seguro es que esa cosa no mataría a Yuuji, no, protegería el corazón de su maestro.

¡Detente! – Yuuji había aparecido delante del ataque certero de Yuuta, era muy tarde para detenerse.

Yuuji estaba pálido y débil, Gojo no entendía cómo es que Yuuji fue capaz de llegar a donde estaban él y Yuuta, es más, no entendía cómo llegó tan rápido.

Para la sorpresa de Yuuta y de Gojo, Yuuji se había transformado en un gran lobo blanco.

A pesar de que el lobo estaba débil, sujetó con sus fauces la camiseta de Gojo, alejándose del ataque de Yuuta.

Los ojos de Yuuta estaban abiertos a más no poder. Rika estaba nerviosa, poniendo sus manos alrededor de él.

–¿Cómo es posible? ¿Son destinados? Pero él... – El gruñido y la advertencia del lobo le indicaron claramente.

"Vete antes de que te mate."

Las rodillas de Rika y Yuuta cayeron al suelo, la nieve estaba fría. Rika tomó en sus brazos a Yuuta y lo alejó de ahí.

– ¿Yuuji? ¿Podías hacer eso? ¡Increíble! – La cabeza del lobo volteó a mirarlo, Gojo sintió escalofríos, como si un peligro inminente estuviera frente a él, que helaba su sangre más que la nieve del lugar. – ¿Yuuji? – El lobo volteó su cabeza y se alejó.

Gojo no lo siguió, sentía que Yuuji no quería verlo. Su pecho se apretó, no entendía qué le sucedía, todos actuaban extraños a su alrededor. Como si Gojo fuera el extraño, cuando claramente no era así.

Un sonido de alguien cayendo atrajo su atención, el lobo se había caído a tan solo unos pasos de haber caminado, estaba sangrando. Gojo se aterró, aún cansado, teletransportó el enorme cuerpo del lobo con Shoko.

La doctora lo miró molesta y con ganas de gritarle, pero se detuvo al ver el estado del lobo.

Esta vez Gojo no fue expulsado por la doctora. Vio como Shoko usaba un líquido raro para ponerlo sobre el lobo.

¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora