obsesion silenciosa

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En un hospital de Tokio, la lluvia golpeaba suavemente las ventanas, creando un ritmo constante y calmante. Entre los pasillos iluminados por luces fluorescentes, Hinata Hyuga, una enfermera dedicada y silenciosa, realizaba su rutina diaria. Sus movimientos eran precisos y gentiles, su presencia reconfortante para muchos pacientes.

Sin embargo, Hinata guardaba un secreto oscuro. Sufría de acritolofilia, una condición que la hacía sentirse atraída por personas con discapacidades físicas. Había aprendido a ocultar su trastorno, manteniendo una fachada profesional mientras luchaba con sus propios demonios internos.

Todo cambió el día que conoció a Naruto Uzumaki.

Naruto había sido ingresado al hospital después de un trágico incidente. Un tiroteo en un distrito comercial de Tokio, perpetrado por agentes de Corea del Norte, le había dejado sin piernas. A pesar de la gravedad de su situación, Naruto mantenía una actitud positiva y una sonrisa que iluminaba cualquier habitación.

Hinata fue asignada como su enfermera principal. Desde el primer momento que lo vio, sintió una atracción intensa y confusa. Los ojos azules de Naruto, llenos de vida y esperanza, contrastaban con la tristeza que normalmente veía en pacientes con lesiones tan graves.

—Hola, soy Naruto —dijo él, extendiendo una mano amistosa cuando Hinata entró por primera vez en su habitación.

—Hola, Naruto. Soy Hinata, tu enfermera —respondió ella, tomando su mano con una leve sonrojez en sus mejillas.

Con el paso de los días, Hinata y Naruto desarrollaron una conexión especial. Naruto compartía historias de su vida, su amor por el ramen y sus sueños de viajar por el mundo, a pesar de su nueva realidad. Hinata escuchaba atentamente, sintiendo cómo su obsesión crecía con cada conversación.

Una noche, mientras la lluvia caía con fuerza fuera del hospital, Hinata decidió quedarse un poco más con Naruto. Él había tenido un día difícil, lidiando con el dolor y la frustración de su condición.

—Hinata, ¿crees que alguna vez podré ser feliz de nuevo? —preguntó Naruto, su voz cargada de vulnerabilidad.

Hinata sintió un nudo en la garganta. Sabía que debía mantener la distancia profesional, pero su atracción por él era demasiado fuerte.

—Naruto, eres una de las personas más fuertes que he conocido. Estoy segura de que encontrarás la felicidad, incluso en las circunstancias más difíciles —respondió, su voz suave pero firme.

Naruto sonrió, y Hinata sintió su corazón latir con fuerza. Se acercó un poco más, incapaz de resistir la necesidad de estar cerca de él.

—Hinata, tú me das esperanza. Gracias por estar aquí —dijo él, tomando su mano.

Hinata apretó su mano, sintiendo una mezcla de culpa y deseo. Sabía que su atracción era inapropiada, pero no podía evitarlo. Naruto era su obsesión, su escape de la realidad.

—Naruto, hay algo que necesito decirte —comenzó Hinata, su voz temblando ligeramente.

Naruto la miró con curiosidad, su sonrisa amable dándole el valor para continuar.

—Desde que te conocí, he sentido algo muy fuerte por ti. Es difícil de explicar, pero me siento atraída por tu fortaleza y tu espíritu indomable —confesó, sin revelar por completo su condición.

Naruto parpadeó, procesando sus palabras.

—Hinata, yo también siento algo por ti. Has estado a mi lado en los momentos más oscuros, y no sé cómo agradecerte lo suficiente —dijo él, apretando suavemente su mano.

one shot de NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora