Ashley G. Zannier
Al abrir mis ojos, me encontré sumergida en un paisaje idílico. El agua cristalina acariciaba mis pies, suavemente, y el sol radiante iluminaba el horizonte, creando un espectáculo de colores cálidos y vibrantes.
La brisa suave acariciaba mi rostro, llevándose consigo el estrés y la tensión de la noche anterior.
"Esto debe ser un sueño", pensé, aún aturdida por la belleza que me rodeaba.
Pero la tranquilidad se vio interrumpida cuando sentí algo húmedo y cálido en mi rostro, como una caricia suave y delicada.
Me desperté de un salto, con el corazón latiendo a toda velocidad, y vi a Baby, mi fiel y leal compañero, a mi lado, mirándome con sus ojos castaños llenos de curiosidad y afecto.
—Así que eras tú —murmuré, mientras acariciaba su pelaje suave y sedoso.
Baby es un Rottweiler macho de pelaje negro y marrón, con ojos castaños que brillan con inteligencia y lealtad.
Después de acariciar a Baby, me levanté con un suspiro y me dirigí al baño para refrescarme y prepararme para otro día de clases, aunque ya iba retrasada otra vez.
Me puse un mini falda con volantes fruncidos y dobladillos que marcaban la curva de mis caderas.
Una falda sexy de capas que era de color negro que se movía con cada paso que daba.
Mi top de tirantes de color blanco, ceñido y ajustado, destacaba mi piel blanca y delicada, y la cremallera que corría por la parte delantera.
Cuando ya estaba lista, bajé las escaleras y me encontré con la sirvienta "personal" de mi tío.
—Hola señorita, ¿qué tal amaneció hoy? —me preguntó con una voz suave y educada, creo que se llamaba Lucía, aunque a mí no me importaba en lo más mínimo cómo se llamaba.
—¿Con qué derecho tienes para dirigirme la palabra? —le pregunté con un tono muy amargo y desafiante, mirándola fijamente a los ojos.
—Solo le pre... —empezó a decir, pero la interrumpí con furia.
—¡Además tienes el descaro de responderme! ¿eh? ¡¿Cómo te atreves?!
—Lo siento señorita —murmuró, pero yo no estaba dispuesta a escuchar sus disculpas.
—¡Sólo desaparece de mi vista! —le grité, y ella salió corriendo, como si le hubieran pegado una patada en el trasero.
No sé quién se creía que era, solo por acostarse con mi tío no le daba el derecho a hablar.
Bueno, qué más da...Además, tenía hambre, así que me senté a comer algo. Luego de terminar, agarré mis cosas y me fui a la preparatoria.
<< —Ashley...
—Ashley, lo siento... —mencionó con una tristeza que me partió el corazón, y mis lágrimas empezaron a caer de nuevo al ver a mi hermano después de tanto tiempo.
La emoción me sofocaba, y mi voz temblaba al hablar.
—Por qué tardaste tanto en venir... Adam —susurré, mi voz quebrada por la emoción.
—Lo siento, Prinssipesa, esta vez no te dejaré —me murmuró, mientras me cargaba en sus brazos y limpiaba mis lágrimas con suavidad. >>
—Señorita, ya llegamos
No me había percatado de que habíamos llegado a la preparatoria, estaba tan absorta en mis pensamientos y emociones que no me di cuenta de nuestro arribo.
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Ella es mi mundo [Corrigiendo]
ActionAshley arrastra un pasado oscuro que la persigue sin tregua, un peso que la acecha en cada recuerdo y la atormenta con el temor a enamorarse de nuevo. Su mente es un laberinto de sombras que no puede escapar. Por otro lado, Matteo es un chico aleg...