Cruel Destino

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La cabeza me dolía de una horrible forma, mi cuerpo lo sentía adormecido, como si me hubieran pasado veinte trenes encima. Abrí los ojos y me di cuenta de mi verdadera situación.

Estaba atada de mis manos, me tenían colgada como si fuera un animal

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Estaba atada de mis manos, me tenían colgada como si fuera un animal. En mi ropa había sangre e incluso mi camisa estaba algo rota, como si se hubiera atorado con algo.

Imágenes del accidente vinieron a mi mente, alguien se atravesó en mi camino, intenté esquivarlo pero el auto se salió de control, después comenzó a dar vueltas y luego desperté aquí

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Imágenes del accidente vinieron a mi mente, alguien se atravesó en mi camino, intenté esquivarlo pero el auto se salió de control, después comenzó a dar vueltas y luego desperté aquí.
Malditos enfermos, como se les ocurre pensar que aceptaría vivir aquí con ellos, solo dios sabrá que tan mal de la cabeza están.

Al escuchar que alguien se acercaba cerré los ojos, solo me quedaba conservar la calma, después haría un plan para largarme de este asqueroso lugar, no volvería a tener una visa miserable, no aceptaría un cruel destino.

—Parece qué nuestra invitada aún sigue dormida

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Parece qué nuestra invitada aún sigue dormida.

Esa voz ya era fácil de reconocer, era el asqueroso oficial.

—Bien Tommy, corta las sogas y llévala adentro. La subes al cuarto y la vuelves amarrar, si intenta escapar ya sabes lo que tienes que hacer.

No sé cómo me trague el grito, el ardor que sentía al no estar sujetada era insoportable, pero tenía que aguantar.

Abrí un poco los ojos, el estúpido oficial estaba subiendo a su patrulla, aún no conocía a la persona que me llevaba en sus hombros pero sabía que era alguien demasiado enorme, me llevaba como si yo fuera una saco de plumas.

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