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❛LA OPINIÓN DEL PÚBLICO❜
La noticia se viralizó en cuestión de segundos, el equipo respira con tranquilidad una vez el autobús escolar se estaciona cerca de la escuela y todos sus familiares los reciben con fuertes abrazos, palabras de aliento y algunos casi llorando por el susto de casi perder a sus hijos. Incluso Minseok casi se va para atrás cuando May corre hacía él y lo abraza con fuerza. Se queda quieto un par de segundos, pero termina rodeando a la mujer con ambos brazos formando también un abrazo. May extiende el brazo para tantear un poco al lado donde Peter se encuentra, lo agarra de la playera y lo jala, metiéndolo al abrazo de igual forma
— Me alegra que estén bien —admite ella, su voz quebrada por el llanto— ¿No están heridos?
Ambos adolescentes niegan en respuesta.
El viaje a casa fue algo silencioso, demasiado. Ninguno de los tres habló hasta llegar al departamento donde May les avisó que les pediría algo para cenar.
Y mientras, Minseok sacó un pijama limpia de los gabinetes y fue directamente al baño a ducharse. Lo necesitaba, porque todavía podía sentir en la piel el polvo que la explosión provocó. El agua caliente lo reconforta, llevándose consigo la suciedad y el miedo que había sentido. Se permitió un momento para cerrar los ojos y dejar que el agua corriera sobre su rostro, tratando de despejar los recuerdos del día.
Cuando salió del baño, envuelto en una toalla, encontró a Peter sentado en el sofá, mirando fijamente su teléfono sin realmente prestarle atención. Parecía perdido en sus pensamientos. Minseok se vistió rápidamente, colocándose sus lentes y se sentó junto a él, rompiendo el silencio.
— Ha sido un día largo, ¿no? —dijo Minseok, intentando una sonrisa.
Peter asintió lentamente, sin apartar la vista de su teléfono.— Sí, demasiado largo. —su voz era apenas un susurro.
Minseok sintió la necesidad de decir algo más, algo que pudiera aliviar un poco la carga que Peter claramente llevaba—. Gracias por salvarme, Peter.
