Doma iba hacia otro mundo. Él no sabía que héroe le tocaría ahora. Tifa y Cloud fueron en otro grupo. Doma se sentía preocupado, ¿Lo harían bien?
Al fin llego a un campo de rosas, grande y brillante. En este había un joven.
-¿Quien eres?- Dijo el chico- No te había visto por aquí.
-Soy Doma, Guerrero de la Luz. ¿Eres Firion?
-Si, ¿que necesitas?
-He oído que eres un héroe.
-Solo traje la libertad que el pueblo merece...
-Ya... Pero necesito tu fuerza. Las fuerzas del Caos despertarán en breve y necesito reclutar a los héroes más fuertes.
-¿Y yo soy...Un héroe fuerte?
-Claro. Eres un apoyo. Eres la coraza y el escudo que protege a sus compañeros.
Firion se quedo callado, pensativo...
-Me has convencido. Iré.- Firion dijo esas palabras con firmeza.
-Gra...
No acabo la frase y se oyó un estruendo. Un gran animal volador apareció.
-¿Que es eso?- Preguntó Doma
-Es un Khard. Se sienten atraídos por el rojo...
Vaya, que casualidad...
-Vale, yo me encargo- Dijo Firion.
Saltó y el Khard bajo en picado.
-CORAZA- Gritó Firion.
La espada más la coraza pararon el golpe del atacante. Firion empezo a descender, su espada desapareció, y un arco salió de la nada, y el joven disparó.
La flecha cogía fuerza cuando más subía. Y acabó impactando en la cabeza de la bestia. Esta fue cayendo. Doma pasó a la acción, cansado de esperar, y saltó a por el Khard. Se impulsó con su corpulento cuerpo para sobrevolarlo, y ya encima de la bestia...
-¡SANCTUS!- Gritó Doma.
Las esferas de pura Luz mataron al animal y zanjaron el combate.
Firion ya demostró su habilidad. Se merecía su puesto como héroe.
Y así, Doma y Firion se dirigian a Eúride, allí se encontrarían a Cloud y Tifa, junto con un nuevo compañero...
