Rias había perdido toda esperanza de romper su compromiso, odiaba que Riser no intentara conquistarla viéndola solo como un objeto, Rias no sería tan rebelde con su compromiso si no fuera que Riser no la estaba considerando como persona, ella pudo haberse enamorado de él si lo intentaba y este pensamiento no era erróneo ya que apesar de todo Rias intentó llevarse bien con Riser durante casi 3 años seguidos, Riser simplemente no la tomaba en serio así que decidió jugar su última carta disponible, no podía volverse infinitamente más fuerte en un corto periodo de tiempo, a pesar de haber nacido con buenos genes Rias todavía era inexperta ya que usar el poder demoníaco de la casa Bael no era poca cosa aunque eso sí, estaba teniendo un buen control de su energía demoniaca como Gremory pero no era suficiente, Riser simplemente era mejor que ella ya que como Phoenix podía fortalecerse mejor hasta cierto punto, era algo injusto pero era lo que había y esto era lo que la había llevado a su situación actual ya que incrementar el poder demoníaco se hacía con el paso del tiempo y haciendo contratos, no era algo tan simple de hacer lo que la orilló a buscar métodos de fortalecimiento en la biblioteca de su casa, esto consistía en invocar a un ser de otro mundo en un estado moribundo, era una lástima que no pudiese encontrar otros métodos pero era lo mejor que tenía hasta el momento por lo que procedió a hacer uso de tal ritual arcano mientras se preparaba para lo que saliera, sabía que había posibilidades de que le saliera algo no útil pero sea lo que sea terminaría siendo su sirviente, parte de su familia, así lo había decidido desde el momento en que quiso llevarlo a cabo.
- Bueno, es interesante lo que deseas logras pero es mejor que intervenga, por eso odio cuando los demonios usan este tipo de rituales, tengo que intervenir y gastar energía que e estado reuniendo durante por lo menos 1200 años - dijo una sabia voz que también denotaba cansancio, preferiría reunir rápidamente la suficiente energía para juntar en su vuelta al mundo, los creyentes necesitaban ser recompensados debido a tales pensamientos puros que lo habían llevado a recargarse hasta casi el 80% y ahora debía gastar algo de energía para evitar que la chica Gremory trajera algún tipo de horror a su mundo, a Dios pudo haberle importado poco este tipo de rituales cuando estaba vivo pero ahora que estaba "muerto" debía de cuidar mucho este tipo de cosas ya que nadie más sabría cómo detener a una criatura peligrosa de otro mundo y en este momento la tierra no podía resistir el tipo de horrores que la chica Gremory podía traer así que aparte de meter mano para que no trajera ningún peligro decidió que debía traer ayuda de algún mundo ya que gracias a su omnisciencia pudo saber de unos tales dioses mecánicos que intentarían destruir su mundo/universo así que debía elegir bien pero tuvo suerte en su búsqueda y encontró a un joven Shirou con algo de eridas graves que no podrían sanarse solas y si se tardaban en sanarlo significaría en su muerte, pudo detectar no solo el gran nivel de poder que tenía sino que era una buena persona además de que técnicamente cumplía el requisito de ser más débil que el demonio que lo reencarnaría, esto solo era ya que la carta de triunfo del joven Emiya no era contada como su poder real, dios decidió que este joven era demasiado bueno y se alegró ya que ya había visto 5 mundos diferentes con otro tipo de escala de poder, en esos mundos el nivel de quien los ayudaría en tal predicamento a la Gremory y a Dios o eran demasiado débiles o eran demasiado inexpertos incluso si tenían potencial, una desgracia pero Shirou serviría para los propósitos de ambos además de ayudar con el sueño del chico, el sueño del chico era un tipo de sueño que Dios tenía ya que deseaba aliados de la justicia, incluso si Shirou fuera retorcido en sus sueños a Dios todavía le agradaba y deseaba ayudarlo con tal travesía, esperaba que se convirtiera en un héroe de la justicia, gracias a las acciones de Dios Shirou tenía aún más probabilidades de convertirse en un héroe de la justicia aunque no fuese en su mundo, lo malo era que probablemente no podría volver y ver a la chica de la que tanto se había enamorado, Rin Toshaka, Shirou tenía sentimientos aún más fuertes por Arturia pero sabía desde hace mucho que no volvería a poder verla otra vez.
- Que raro, el pergamino avisaba que la criatura invocada llegaría en menos de 5 minutos, ¿presidenta está segura de que siguió los pasos correctamente? - habló una voluptuosa pelinegra ya que también había leído algo del pergamino para invocar desde otro mundo y se le hacía raro el tiempo que habían esperado pero esto era normal, Dios se había tardado en elegir un candidato adecuado ya que este candidato también debería poder hacerle frente a la amenaza de los dioses mecánicos, Dios no comprendía si realmente eran dioses mecánicos ya que su omnisiencia no servía al intentar analizarlos pero si, el mundo estaba listo con un defensor como Shirou, sabía que era joven e inexperto pero eso podía solucionarse con el tiempo.
- Shhh aquí viene, está muy lastimado así que supongo que tendremos que curarlo además de convertirlo en lo sirviente, hubiera preferido preguntarle personalmente pero sino morirá - habló una emocionada Rias ya que acababa de llegar un visitante de otro mundo, Rias desearía que estuviera despierto para preguntarle tanto si quería que le salvara la vida como si podría dedicarle su vida a cambio de revivirlo, Rias sospechaba que tendría que convencer primero al joven pero antes de tener una charla con el joven primero debían de salvarlo de la muerte, tenía algunas heridas de espada un poco feas, es como si le hubiesen disparado espadas en lugar de pelear con ellas normalmente como lo deberían de hacer, luego le preguntaría cómo era posible tales heridas pero por ahora debía salvarlo.
Rias y Akeno procedieron a intentar salvar o vida del joven, cuando le quitaron la ropa para sanarlo estaban sorprendidas de los músculos del joven, los jóvenes de esta época tendían a no entrenar su cuerpo mientras que este joven se podía ver a primer vista las heridas no solo de las que tenía sino a las que había sobrevivido.
- Urggg, ¿donde estoy? - habló el joven finalmente después de 3 días de inconsciencia despertándose algo sobresaltado.
- Hola Joven, yo soy Rias tu nuevo maestro y quién te trajo a este mundo - habló Rias quien deseaba hablarle de todo al confundido Shirou.
- ¿Eh? - dijo un Shirou sin comprender, comprendería que este ya no era su mundo y que para salvarlo tuvieron que revivirlo como demonio, estaba incómodo pero no sabía si era algo bueno o malo.
Muchos pensarían que Shirou era un idiota el creerles tan fácil pero tenía un noble fantasm que le ayudaba a detectar mentiras, el nombre era "Zaba" y aunque tenía un nombre sencillo su poder era algo peligroso ya que si mentías en su presencia entonces se convertiría en un golem destructor de pequeñas montañas que buscaría acabar con tu vida pero por suerte para Rias está solo dijo la verdad y aunque dejó a un Shirou confundido por su nueva situación esta misma le dejó espacio para que pensara las cosas detenidamente, Shirou tenía que plantearse no solo lo mucho que creció al poder derrotar a Gilgamesh sino que tenía que plantearse sobre cómo quería vivir su vida desde aquí.
- ¿Estará bien si dejamos solo? - preguntó una Akeno confundida ya que Shirou para salir y dejar de ser un demonio podría optar por suicidarse.
- Déjalo Akeno, debe procesar lo nuevo que a descubierto, además que no quieres dejarlo solo para ver si te permitiría seguir tu juego de S&M - habló una Rias quien podía ver los pensamientos ocultos de su reina, simplemente era demasiado mala al creer que ocultaba sus verdaderas intenciones.
- Me descubrieron - habló Akeno mientras se pegaba juguetona mente la cabeza, Akeno también se preguntaba si esa espada era solo de vista, a Akeno le encantaría probar algo de tal espada aunque si supiera que ya estaba estrenada entonces se sentiría algo decepcionada, ella quería ser la primera.
- Bueno, el Shirou-kun tiene una sirvienta asignado así que nos debería de llamarnos, por ahora ocupémonos de comer, realizar el ritual me a cansado un poco - habló Rias quien deseaba descansar un poco ya que para realizar el ritual no solo había que tener los materiales necesarios sino que también había que dar una buena cantidad de energía.
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La última esperanza de Dios y Rias
RandomRias para evitar su matrimonio busco soluciones encontrando una poco confiable, invocar a un ser de otro mundo, como Rias quería ver si esto la salvaría y lo termino intentando, esto ocasiona que un Shirou que estaba moriendo por sus heridas al luch...