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Nota de la autora: primero que nada, los personajes pertenecen a DC comics, en esta historia habrá contenido delicado en esta historia así que les pido discreción, la historia esta inspirada en "Incubo" por @Star_Len12 así que créditos a ella, bueno solo la idea del incubo, pero aun así quiero dar créditos por darme la idea.

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El sonido de las teclas de un ordenador resonaba por toda la guarida del mercenario, se encontraba inmerso en el trabajo, diseñando meticulosamente los muchos planes que tenía para derrotar a los Jóvenes Titanes, al mismo tiempo que gestionaba uno que otro trato pendiente. Mientras revisaba un contrato sin concluir, un aviso emergió en las grandes pantallas del ordenador, alertándole de que la seguridad había sido desactivada. El mercenario frunció el ceño, y entrecerró su ojo debajo de aquella mascara que traía puesta, y presionó una tecla para activar las cámaras de seguridad. En las imágenes de las pantallas, vio cómo unos jóvenes adolescentes se infiltraban en su guarida, corriendo por los amplios pasillos.

El mercenario dirigió su atención al líder del grupo, apoyando los brazos entre el escritorio mientras sus manos apoyaban su mentón, y mientras observaba entretenido al joven líder que daba órdenes a sus compañeros. "Pobre avecilla, desperdiciando todo su canto en esos lacayos", pensó el mercenario, mientras una sonrisa se dibujaba debajo de su máscara. Observaba entretenido las pantallas del ordenador, esperando pacientemente a que los jóvenes llegaran hasta él.

Cuando notó que se acercaban cada vez más, presionó un botón en el teclado de su ordenador, haciendo que el ordenador borrara todos los archivos almacenados. Desde los planes para derrotar a los Jóvenes Titanes hasta los recuerdos más personales de su familia, todo se esfumaba con rapidez. Pues la eliminación de esta información era crucial para evitar que cualquier dato comprometedor le perjudicara.

Una vez que la información se había borrado completamente, escuchó el sonido de pasos cautelosos acercándose. De repente, la puerta de su guardia fue destruida con un estrépito. El mercenario giró ligeramente la cabeza para ver a los intrusos, especialmente al líder del grupo, mientras estos asumían una postura defensiva. "Menos mal que le di a Wintergreen unas vacaciones", pensó el mercenario, aliviado por la ausencia de su fiel asistente.

Continuó observando a los jóvenes mientras su mano se movía hacia una de las teclas del ordenador, pero se vio interrumpido por un cierto pajarito.

Ni lo pienses, Slade —dijo el joven líder con firmeza, dándole señas a sus compañeros para que se prepararan para atacar. La amenaza en sus palabras era clara y directa, cargada con cierta rabia.

No tienes a dónde ir —añadió uno de los jóvenes con partes metálicas en su cuerpo, transformando su brazo en un cañón que apuntaba al mercenario. 

¡Sí! ¡Te tenemos rodeado, viejo! —gritó otro joven con piel verde, que de repente se convirtió en un imponente gorila. Rugió con fuerza, golpeando su pecho con estrépito.

No volverás a hacerle daño a nadie más —afirmó con determinación una joven de piel anaranjada, que flotaba en el aire. Comenzó a concentrar energía en sus manos, creando rayos que chisporroteaban de color verde que brillaban con amenaza.

Ríndete —dijo una joven encapuchada con voz cortante, mientras formaba una esfera de energía mágica que resplandecía con una luz intensa. 

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