RECOGI UN ALFA (ABO)

Capítulo 68 Celos

Debido a la situación especial de Wu Yao, la escuela le brindó algunas comodidades adicionales tras una discusión. Por ejemplo, no necesitaba alojarse en la residencia y podía elegir si deseaba participar en ciertas actividades grupales. Además de los cursos profesionales, los estudiantes de la escuela debían tomar dos cursos auxiliares, pero al graduarse, Wu Yao solo necesitaría aprobar los cursos profesionales. Solo había cursado la mitad del año, y originalmente tendría que estudiar dos años más, pero la escuela redujo ese tiempo a uno. Si un año no era suficiente para aprobar el examen, también podría solicitar estudiar un año más.

—Incluso puedo llevar mi teléfono móvil a la escuela —dijo Wu Yao tras revisar los correos electrónicos que había recibido, aclarando rápidamente las reglas que podía romper—. Parece que la escuela realmente da un trato preferencial a los Omegas marcados.

El motivo de estos cambios en las reglas no era su edad, sino su condición de marcado.

Xu Chenghe, claramente esperando este desenlace, no mostró sorpresa y simplemente dijo:

—¿Cuándo vamos a ver las casas cercanas? Encontré varios lugares y todos están a diez minutos a pie de la escuela. Depende de cuál te guste.

—¿Te refieres a alquilar, no a comprar, verdad? —respondió Wu Yao.

Xu Chenghe hizo una pausa y contestó:

—Está bien alquilar.

Wu Yao respondió rápidamente:

—Alquilemos una casa. Comprar sería muy caro; los precios cercanos son altísimos. Tendría que gastar todos mis ahorros, y no es rentable. Además, no me gusta el ambiente; es demasiado ruidoso. No sé cuánto tienes ahorrado, pero haciendo cálculos, solo has trabajado tres o cuatro años. Incluso si el bono de las misiones es grande, no creo que sea suficiente para comprar una casa en una zona popular de Capital Star. Además, parece que tu relación con tu familia no está en buenos términos, y por tu carácter, no parece que vayas a pedirles dinero.

Alquilar es mejor, así habrá menos presión, y le gusta el lugar donde vive ahora.

Sin embargo, después de mirar varias casas, Wu Yao se dio cuenta de que no era una tarea fácil. Aunque no le desagradaban las casas, el precio hacía que cada opción fuera bastante modesta o los alrededores fueran muy ruidosos. Cada vez que pensaba en asentir para aceptar una casa, notaba la insatisfacción de Xu Chenghe, quien, aunque no lo decía abiertamente, controlaba sus gestos de aprobación.

Viendo que se acercaba el inicio de las clases, Wu Yao decidió alquilar una casa antigua que ya había visto. Era pequeña, con una sola habitación, una cocina diminuta y un baño. Aunque no era espaciosa y la casa en sí era muy vieja, tenía escaleras y un balcón con buena luz.

—Es solo para dormir. No necesito encender el fuego para comer, ya que lo hago en la cafetería, y me ducho rápido. No está mal —dijo Wu Yao, satisfecho con su elección.

Xu Chenghe no objetó y le pidió que firmara el contrato y pagara el alquiler de todo el año. Wu Yao transfirió el dinero, pero de inmediato recibió otra transferencia. Confundido, le preguntó:

—¿Por qué me transfieres dinero?

—La mitad del alquiler —respondió Xu Chenghe con una sonrisa—. Solo dame la mitad de la cama.

Wu Yao rió:

—Yo alquilo aquí y tú alquilas en mi casa. ¿No crees que es un desperdicio pagar dos alquileres tú solo?

—No es un desperdicio —respondió Xu Chenghe.

Mientras organizaban la casa, Wu Yao miró a Xu Chenghe y, tras un momento de reflexión, le preguntó: