Día uno en el cielo (2 Parte)

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Seguimos mis niñes... 

En el cielo, donde las nubes eran como alfombras de seda y los edificios resplandecían con una luminosidad etérea, Tn y Alastor paseaban juntos por la ciudad celestial. El resplandor dorado de la ciudad contrastaba con el color oscuro de Alastor, pero en vez de desentonar, su presencia parecía añadir un matiz intrigante al paisaje.

Alastor observaba con una mezcla de fascinación y curiosidad las estructuras celestiales, que se alzaban en formas arquitectónicas imposibles, hechas de luz y cristal.

Alastor: Es... impresionante _comentó, su tono desenvuelto pero sincero_ No hay nada como esto en el infierno, por supuesto.

Tn sonrió con dulzura, contenta de ver a su esposo tan interesado. 

Tn: Me alegra que te guste. Cada rincón del cielo tiene su propio encanto. ¿Ves esos edificios allá? Son los Jardines de la Serenidad. Cada uno representa un aspecto de la paz que buscamos en el cielo. _dijo señalando con fascinación ciertos edificios dorados_

Alastor levantó una ceja, con un toque de ironía en su voz. 

Alastor: ¿Y qué es lo que buscan en el infierno? Porque me temo que la paz no suele estar entre nuestros ideales.

Tn rió suavemente, el sonido como un susurro de viento celestial. 

Tn: En el infierno, la paz puede parecer una ilusión, pero a veces la encontrás en los momentos más inesperados. Como, por ejemplo, ahora.

Mientras paseaban, Tn y Alastor se encontraron con un amigo de la esposa. Era un ángel con una apariencia tranquila y serena, con alas que brillaban en un tono verde esmeralda. Su nombre era Seraphiel. Se acercó a ellos con una sonrisa cálida.

Seraphiel: Tn, ¡qué alegría verte! _ exclamó Seraphiel, envolviéndola en un abrazo afectuoso_ Hace tanto que no nos vemos. ¿Quién es este caballero que te acompaña? _mira a Alastor_

Tn se volvió hacia Alastor, su mirada llena de orgullo. 

Tn: Seraphiel, este es mi esposo, Alastor.  Alastor, te presento a Seraphiel, un querido amigo y colega.

Seraphiel extendió la mano con una expresión amistosa. 

Seraphiel: Un placer conocerte, Alastor. Tn de seguro está bien contigo 

Alastor, con una sonrisa que apenas ocultaba su curiosidad, estrechó la mano de Seraphiel.

Alastor:  El placer es mío, Seraphiel.  Supongo que tú y Tn deben haber compartido muchas historias interesantes.

Seraphiel: Muchísimas _respondió Seraphiel, con una mirada llena de nostalgia_ En realidad, hemos pasado bastante tiempo trabajando juntos en los proyectos del cielo.

Mientras intercambiaban palabras, Alastor observaba la cercanía entre Tn y Seraphiel. Notó el brillo en los ojos de su esposa cuando hablaba con su amigo, y cómo su risa parecía más ligera, casi musical. Aunque estaba acostumbrado a ser el centro de atención, un pequeño atisbo de celos burbujeaba en su pecho.

El demonio, con su sonrisa inmutable, se dio cuenta de que su atención a los detalles no pasaba desapercibida. 

Alastor: Así que, ¿cómo se lleva uno con el trabajo en el cielo? ¿No resulta a veces... aburrido?

Seraphiel: _rie con amabilidad_ No, en absoluto. A veces puede ser exigente, pero la satisfacción de ayudar a mantener el equilibrio es inmensa. Aunque, por supuesto, no comparado con las... aventuras del infierno.

Alastor asintió lentamente, su mirada aún un tanto fija en la interacción entre Tn y Seraphiel. 

Alastor: Interesante. Me imagino que cada lugar tiene su propio tipo de emoción, por decirlo de alguna manera.

YOUR VOICE (Alastor x Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora