En la vibrante ciudad de Zootopia, donde los depredadores y presas coexisten, Nick Wilde, el astuto zorro, y Diane, la enigmática loba, han sido hermanos compartido recuerdos y una gran amistad desde la infancia. Juntos, exploraron los callejones y...
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Señor Lobo :
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Diane Foxington:
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Judy Hopps:
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Porsha Cristal:
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Capítulo 1: Encuentros Inesperados
Diane ajustó su bufanda mientras caminaba por las calles empedradas de la pequeña ciudad. El aire frío de otoño le mordía las mejillas, pero su emoción la mantenía cálida. Su hermano Nick le había enviado un mensaje esa mañana: "Tienes que conocer a alguien". Diane no sabía quién era ese "alguien", pero confiaba en el buen juicio de Nick.
La casa de Nick estaba al final de la calle, una encantadora construcción de ladrillos rojos con un jardín descuidado pero lleno de flores silvestres. Diane tocó el timbre y esperó, nerviosa. La puerta se abrió y allí estaba Nick, con su sonrisa característica y los ojos brillantes.
"¡Diane!", exclamó, abrazándola. "Estoy tan contento de verte".
"Yo también, Nick", respondió Diane. "¿Quién es esa persona misteriosa que debo conocer?"
Nick la condujo al interior de la casa. En la sala de estar, una chica conejita de cabello gris estaba sentada en el sofá, hojeando un libro. Judy, pensó Diane, recordando el mensaje de Nick. Judy levantó la vista y sonrió.
"Debes de ser Diane", dijo. "Nick no deja de hablar de ti".
Diane se sintió aliviada al ver lo amigable que era Judy. Se sentaron y comenzaron a charlar. Judy era una apasionada de la literatura y compartía el amor de Diane por los mundos ficticios y los personajes complejos. Pronto, estaban intercambiando recomendaciones de libros y riendo como viejas amigas.
Justo cuando Diane pensaba que el día no podía mejorar, Nick anunció: "Lobo está en la ciudad".
Diane frunció el ceño. "¿Lobo? ¿Quién es Lobo?"
Nick se rió. "Es un amigo de la infancia que talvez no conoces. Un tipo peculiar, pero muy divertido. Siempre tiene historias extravagantes que contar".
Antes de que Diane pudiera hacer más preguntas, la puerta se abrió de golpe y entró un hombre alto, irónicamente un lobo de pelaje gris. Lobo tenía el cabello revuelto y una sonrisa traviesa en los labios, vestía un elegante traje de blanco. Saludó a todos con entusiasmo y se sentó en el sofá , como si la silla fuera demasiado convencional para él.
"¡Diane!", exclamó Lobo, abrazándola. "¿Sigues escribiendo tus historias fantásticas?"
Diane asintió, sorprendida de que Lobo la reconociera. Talvez, Nick le habría hablado de ella. "Sí, claro. ¿Y tú?"
"Siempre", respondió Lobo. "Pero ahora tengo una historia real para ti. Una aventura que involucra dragones, tesoros y un gato parlante".
Y así, en la acogedora sala de Nick, comenzó un día inesperado lleno de encuentros y promesas de nuevas amistades. Diane sabía que esta reunión cambiaría su vida de alguna manera. Y mientras escuchaba las historias de Lobo y compartía risas con Judy, se dio cuenta de que tal vez, solo tal vez, la magia también existía en el mundo real.
