Capitulo 4

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Capítulo 4: Entre Vestidos y Mensajes

El pequeño atelier de novias estaba lleno de encajes, sedas y suspiros. Porsha, Diane y Judy rodeaban a esta última mientras sostenía un vestido de novia frente al espejo. Judy se veía radiante, con los ojos brillantes y una sonrisa que iluminaba la habitación.

Porsha: "Judy, este es el indicado. Pareces una princesa de cuento de hadas".

Judy: "¿Tú crees? Es tan hermoso, pero también quiero algo cómodo para bailar en la recepción".

Diane asintió. "Exacto. No queremos que te tropieces con la cola mientras haces el vals con Nick".

Judy rió. "Tienen razón. Pero, chicas, ¿se han detenido a pensar en el futuro? Después de la boda, ¿qué sigue?"

Porsha: "¡Verano! Quiero ir a la playa, sentir la arena entre los dedos de los pies y tomar cócteles con sombrillas".

Diane: "Y yo quiero escribir. Un verano de palabras, historias y aventuras en mi libreta".

Judy sonrió. "Entonces, prometemos un verano inolvidable. Y hablando de promesas, ¿qué hay de ustedes dos?"

Antes de que pudieran responder, el teléfono de Diane vibró. Era un mensaje de Lobo.

Lobo (mensaje): "¿Recuerdas nuestro lugar especial? ¿Merienda esta tarde?"

Diane miró a sus amigas, emocionada. "Chicas, Lobo me está invitando a salir. En el mismo lugar donde nos encontramos la última vez".

Porsha: "¡Oh, eso es emocionante! ¿Qué le vas a decir?"

Diane: "Voy a aceptar. A veces, los lápices siguen escribiendo, ¿verdad?"

Las tres rieron, recordando la frase emblemática. Diane se levantó y abrazó a Judy.

Diane: "Judy, estoy feliz por ti. Y por mí también. El futuro es un lienzo en blanco, y estoy lista para llenarlo de aventuras".

Judy asintió. "Nosotras también. Y, Diane, no olvides llevar tu libreta. Nunca sabes cuándo encontrarás inspiración".

Así, entre vestidos de novia y mensajes de Lobo, las tres amigas se abrazaron, compartiendo sueños y secretos. El verano se extendía ante ellas, lleno de posibilidades. Y mientras Judy se probaba otro vestido, Diane imaginó su próxima merienda con Lobo, preguntándose qué palabras escribirían juntos en ese capítulo de su historia.

La lluvia caía con insistencia cuando Diane llegó al pequeño café. El mismo lugar donde Lobo la había invitado a merendar. El sonido de las gotas golpeando el paraguas la transportó a su último encuentro allí, cuando hablaron de estrellas y dragones.

Lobo estaba sentado junto a la ventana, con una taza de té en la mano. Su cabello revuelto parecía aún más salvaje con las gotas de lluvia. Al verla entrar, su sonrisa se amplió.

Lobo: "Diane, bienvenida. ¿Cómo estás?"

Diane: "Lobo, estoy bien. Gracias por invitarme de nuevo".

Se sentaron frente a frente, y el camarero les trajo dos tazas de té caliente. Diane notó que Lobo llevaba una libreta consigo, igual que ella.

Diane: "¿Siempre llevas esa libreta?"

Lobo: "Sí, es mi compañera constante. Nunca se sabe cuándo la inspiración golpeará".

Hablaron de todo: libros, sueños, y el futuro. Lobo mencionó su amor por las historias de aventuras y cómo soñaba con viajar a lugares remotos.

SI BRO, ME GUSTA TU HERMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora