capitulo 8

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no pude creerlo. Froté la mancha
mojada en toda mi cara y en mi polla. No podía ir a trabajar
hoy. No soportaba dejar ese olor atrás.
Cada cinco minutos, me levantaba y daba otra bocanada
de ese aroma salido de su embriagador culo .
Aclaro mi garganta para asegurarme de que mis próximas
palabras salgan firmes y claras.

- Muéstrame tu polla y tu culo

El vacila por un momento, pero luego abre las piernas aún
más mientras su mano va hacia su polla . Me inclino hacia
adelante en mi silla mientras mi boca se humedece.
No puedo respirar cuando toma la tela de algodón blanco
con sus dedos y aparta las bragas mojadas, mostrándome su culo el más rosa y más bonito que he visto.
Brilla mojado y parece tan maduro como un melocotón
jugoso.

- ¿Qué hacías en mi cama?

El está respirando con dificultad, lo que hace que sus
pezones estén erectos se muevan arriba y abajo.

- Me estaba tocando.

- ¿Cómo? Muéstrame.

Casi me desmayo cuando desliza sus delgados dedos a
través de su hendidura. Un dedo desapareció dentro de su
apretado agujero y el suelta un gemido profundo mientras
sus ojos se cierran. Cuando arrastra su dedo hacia afuera,
este está cubierto con su pegajosa miel. Observo con la
respiración suspendida mientras se desliza por sus pliegues y
frota su polla con su otra mano perdido en su placer ...

El se está tocando frente a mí y yo le miro hipnotizado.
Sus labios de cereza se abren y el llega fuertemente. Mi verga
se enfurece cuando una cadena de líquidos claros sale de
el y gotea en el sofá.

- Maldición. - Murmuro. ¿Podría ser más perfecto?

El se hunde en el sofá mientras sus piernas se cierran,
privándome de la visión celestial. Un largo gemido sale de su
garganta mientras el chupa sus dedos mojados,
lamiéndolos hasta quedar limpios.
Su respiración sale rápida e irregular, como si hubiera subido
varias docenas de tramos de escalera.

- Así. - Dice mientras me mira.

Estos sentimientos intensos me están aplastando. No sé
cómo lidiar con ellos
El parece tan inocente, pero sé que puede arruinarme
con una mirada, un toque. Y ya lo ha hecho.

- ¿En qué estabas pensando?

El vacila por un segundo y luego me guiña su ojo azules.

- En ti.
Joder.

Tengo miedo de preguntar si es virgen. Tengo miedo de lo
que voy a hacer si otros tipos han visto lo que acaba de
mostrarme. Les sacaré los ojos. Los mataré
Yo agarro los brazos de la silla, tratando de permanecer en
mi lugar. Siento que voy a enloquecer. Los celos eran un
pensamiento abstracto para mí, hasta que el llegó a mi
puerta. Ahora todo es demasiado real. Todo es muy peligroso.
Estar con el duele. Es doloroso. Me duele la polla. Mi
corazón parece que va a explotar.
El está lo suficientemente cerca para que yo pueda
alcanzarlo y tocarlo, pero no logro moverme.
me paralizó con su belleza. Me
convertiría en piedra si eso significara ver ese hermoso culo
una vez más.

El se levanta rápidamente con sus mejillas enrojecidas.

- Me tengo que ir.

- ¡No! - Extiendo el brazo hacia el, pero es tan rápido
mientras corre hacia la puerta.

El me dejó tan destrozado,
que no puedo levantarme a tiempo para detenerlo de abrir
la puerta y salir corriendo.

Y aquí estoy de pie en mi porche, viéndolo pasar por mi calle

con una mirada dura en mi rostro. No va a huir de nuevo. Yo

me aseguraré de ello....

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