you are mine

capitulo 9

JUNGKOOK:

La noche pasada fue un infierno.
Después de que Jimin  corrió de mí, me enojé y rompí
dos lámparas y mi mesa de café. Estaba molesto. No tanto
por el, sino por el hecho de que nunca he deseado tanto
algo en mi vida. Nunca he estado tan tentado y necesitando
algo en mi vida.
Estuve despierto toda la noche dando vuelta tras vuelta en
la cama, mientras revivía el momento una y otra vez. No
podía quitarme su imagen de mi cabeza, la imagen de Jimin
jugando con su polla y culo  desnudo en mi sofá, y la forma en que
se veía su rostro en el momento en que se vino.
Todavía no puedo respirar. Mi respiración queda atrapada
en mi garganta cuando lo veo corriendo por el campo de
fútbol. Jimin  está usando unas bermudas que son
demasiado cortas como para ser usadas en público, y que
hacen que mi mandíbula se apriete.

Quiero correr allí y cubrirlo Mis músculos están temblando
cuando veo al equipo de fútbol en el otro campo mirando a Jimi. , mientras se agotan y se calientan.
No deberían estar mirando esas piernas. Esas son mis
piernas.
Me está matando que aún no he probado lo que hay entre
ellos
Me concentro en controlar mi respiración y quedarme en el
Quieto y no . Correr hasta allí y arrastrarlo lejos como un

cavernícola no va a ayudarme, así que me concentro en
mantenerme en el banco. Estoy apretando el banco de
metal con tanta fuerza que mis dedos están ardiendo,
mientras lo veo doblarse mientras se estira. Debe haber unas
veinte chicas en el campo, pero no aparto los ojos de Jimin  ni por un segundo.
Veo todo el entrenamiento y me pongo más y más nervioso
cada vez que veo que el entrenador auxiliar se le acerca. Se
ve un poco más joven que yo, y está demasiado cerca de los
chicos para mi gusto.
Sus toques son muy largos y la forma en que sigue mirando
sus traseros me hace chasquear los dedos en anticipación.
Cuando su mano se desliza por el brazo de Jimin  ya no
puedo contenerme más. Salto del asiento de metal y salgo
con las manos apretadas en puños.
Jimin  me ve caminando por el campo y corre a
buscarme.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Trato de rodearlo , pero me bloquea el camino. Estoy
mirando por encima de su cabeza en dirección al asistente
técnico que de repente me ve. Le estoy dando una mirada
que haría huir a un oso pardo y se pone pálido. Él sabe lo que
viene después.

— Por favor, detente. — Dice el mientras pone la palma
de su mano en mi pecho.

El enojo sólo sale de mí con su
toque. ¿Cómo puede hacerme esto tan fácilmente?

Me
calma con algunas palabras suaves y un toque suave. —
Mírame.dice Jimin

Miro su hermoso rostro y me lo trago en seco. Su cabello
rubio esta todo mojado  y la piel de su

cuello impecable está cubierta por un brillo de sudor que me
hace desear lamerlo y probarlo.

— ¿Por qué huiste de nuevo? — Le pregunto a el.

Sus mejillas comienzan a volverse de un adorable tono rosa.
Me encanta cuando se ruboriza así.

— Yo estaba nervioso — Dice el con una voz tímida.

—
Nunca he hecho nada parecido antes.
Mi barbilla se levanta con esperanza.

— ¿Cómo qué?

— Que me guste eso o algo semejante

— ¿Eres virgen?

Sus ojos brillan por un segundo cuando digo la palabra, y
de repente el está mirando la hierba entre nosotros.

— Sí. — Cambia su peso de un pie a otro. — ¿Eso significa
que ya no vas a interesarte en mí?

Yo gentilmente levanto su barbilla hasta que sus ojos azules
están de vuelta en los míos.