Post gala - Gaby

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Por: gabilanzillotti

Una dulce tonada llenaba el aire envolviendo los cuerpos que eran arrastrados. Las pequeñas manos estaban manchadas de sangre al igual que sus guantecitos.

El bosque se sentía pesado, como si la energía que los envolvía fuera tan densa que podía cortarla con el bate que llevaba en sus manos. Un lamento se levantaba entre el silencio uniéndose a las tonadas de la dulce canción de cuna. Conejito soltó los pies de la chica que iba arrastrando, había llegado a la cabaña donde solía jugar.

El llanto de cuatro chicas era la dulce melodía que acariciaba los oídos de la criatura, no era humana, no era lo que todos pensaban, simplemente era ella, conejito, dulce y macabra. Limpió sus manos del pequeño delantal, no le gustaba sentir lo pegajoso de la sangre en sus pequeños dedos.

Acomodó la máscara que le cubría su rostro, el cuerpo pútrido detrás de la máscara era lo último que quería que vieran sus víctimas, era satisfactorio que vieran su rostro sin carne antes de irse de este mundo, al menos ellos podían irse.

Tomó el bate con púas que había preparado hace muchos años, tenía incrustado algunos trozos de carne podrida y gusanos, el alambre que lo envolvía ya están oxidado y viejo, pero aún así era su arma favorita, la más fiel. Empuñó con fuerza, ese nuevo cuerpo era pequeño y delgado, tan frágil que casi no podía hacer lo que quería. Con un fuerte golpe le clavó las púas de bate a la chica que tenía frente a ella, Khaterine lloriqueo y de su boca salía sangre a borbotones.

—¿Po-por que haces esto..? —intentaba hacer presión en su herido pero no lograba detener la hemorragia.

Conejito río y no respondió con palabras pero sí con golpes. ¿Por qué lo hacía? Ella misma se lo pensaba una y otra vez, pero desde que murió a manos de aquel degenerado nada tenía sentido.

—El dolor es todo lo que recuerdo —Su voz gutural desgarró su garganta, por eso no solía hablar.

La golpeó una y otra vez hasta acabar con la última gota de vida que había en ella. Quedaban tres juguetes y, no dudaría en usarlas para su diversión, ¿Quién sería la siguiente? ¿La dulce Jackie? ¿Lupita? O ¿Charlie quizás?

Tomó a la última por los cabellos y la arrastró hacia la habitación contigua, aún no despertaba, así que tendría tiempo de pensar cómo divertirse, al fin y al cabo Beatriz, su verdadera huésped, estaba ocupada en ese momento, así que tenía que usar el debilucho cuerpo un poco más.

Tomó a la última por los cabellos y la arrastró hacia la habitación contigua, aún no despertaba, así que tendría tiempo de pensar cómo divertirse, al fin y al cabo Beatriz, su verdadera huésped, estaba ocupada en ese momento, así que tenía que usa...

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