eternally ୧ kookmin

011.

—Así que...¿Se van de viaje?—Pregunto Somi entrando a la habitación de Jungkook y viéndolo hacer su maleta.

Jungkook suspiró y asintió.

—Si.

—¿Tú querías esto?

Jungkook detuvo la acción de meter más cosas en su maleta y se sentó en la cama haciéndole seña a su mamá de que se sentara con el.

—No. O sea, si. Me importa mucho no perder a Jimin, mamá. Pero, me estoy perdiendo yo en el trayecto, ya no sé ni qué es lo que siento, que es lo que quiero y la verdad es que ya no estoy seguro de que Jimin sea la persona correcta para mi vida.

Somi suspiró y abrazo a su hijo.

—Escucha, amor. Hasta hace unas semanas te hubiera dicho "Jungkook tienes que estar con Jimin" pero, a estas alturas prefiero que estes solo y te vuelvas a enamorar de otra persona o termines tu carrera.

—¿Que te hizo cambiar de opinión?

—Tu sentir. No te veo igual, mi amor. Estás más delgado, ojeroso, no quieres bajar a comer lo que te preparo. Tengo miedo, mi niño.

Jungkook miró confundido a su mamá pero entendió cuando vio a donde tenía su mirada.

Era una foto de él con ella saliendo de rehabilitación.

—No, mamá. No pienso volver a pasar por lo mismo así me esté sintiendo como la mierda, te hice una promesa.

—Si este viaje no arregla nada, deja ir a Jimin. No por el bien de él, si no tú bien. Siempre te tienes que poner primero a ti antes que a las demás personas.

Somi se levantó para irse de la habitación y dejar un rato a su hijo solo, hasta que Jungkook volvió a hablar.

—¿Aceptarías a alguien más que no fuera Jimin?

Somi se quedó en silencio.

Quizá hace unos días hubiera dicho que no, pero nadie que le estuviera haciendo mal a su hijo se merece la empatía de ella.

—Si la persona no te miente, no te engaña y te valora, si. Jamás voy a aceptar a alguien que te haga daño por muy bien que me lleve con el.

Jungkook sonrió botándose a la cama mirando el techo y dejó que su mamá se fuera pensando en lo que ella le dijo y lo bien que se sintió hablar con ella.

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—¿Por que nunca mencionaste nada, Jimin? Soy tu mamá, tenías que haberlo platicado tan siquiera conmigo.

—Vamos, mamá.—resoplo Jimin mientras esté también guardaba sus cosas.—Llevan meses sin estar presentes en mi vida, la única presente siempre fue la mamá de Jungkook.

—Entiendo que nosotros tengamos la culpa, el trabajo nos ha mantenido muy ocupados, queremos darte la mejor vida, hijo. Es lo único que te dejaremos tu padre y yo cuando no estemos.

Jimin asintió.

—Bien, lo entiendo. Pero no es vida si no saben tan siquiera mi color favorito, mi comida favorita.

—Tu color favorito es el amarillo por que a Jungkook le gusta el azul y tu comida favorita es la pasta.

Jimin la miró sorprendido. Al menos algo sabían de él.

—Escucha, Jimin. No puedes pasar por algo como eso tú solo, estás muy joven aún. Tienes una vida por delante, sueños, un futuro el cual realizar, no vas a detener tu vida solo por un muchacho.

—No es cualquier muchacho, mamá. Es el hombre con el que me iba a casar este invierno.

—Las cosas pasan por algo, hijo.—Hablo Shin agarrando los hombros de Jimin.—Si la vida te pone aún más dificultades por algo es. No le busques inicio a algo que ni siquiera está listo para comenzar.

—¿No aprobarás de nuevo mi relación con Jungkook?

—No aprobare que se sigan lastimando mutuamente. —Jimin se sorprendió por lo que dijo su mamá pero no dijo nada más.—Ni tú a él. Si vas a empezar algo sano, empieza con la verdad, le duela a quien le duela. Una persona coherente como Jeon prefiere la verdad y él sabrá si le toma importancia a eso. ¿Entendiste jovencito?

Jimin sonrió un poco triste pero asintió.

—Entendido, señora.

Shinhye abandonó la habitación decidida a hacer algo por el bien de ambos, tomó su bolso y salió de la casa dirigiéndose a una cafetería.

En cuanto llegó vio a la silueta sentada en la mesa de la esquina con un libro en la mano y sonrió nostálgica.

—¿Hablaste con el?

—Si, ¿tú?

—Si. El ya sabe que si no se puede, no se podrá jamás.

—No quiero tener que mandar a Jimin lejos, Som. Eso les rompería el corazón a ambos.

—¿Más de lo que ya están rotos? Lo único que estamos haciendo es protegiéndolos.

—Bien.—decidió Shin.—Creo que me arrepentiré de esto y mi hijo me odiará pero no quiero que alguno de nuestros hijos vuelva a acabar en el hospital. Jungkook es como un hijo para mi y no lo quiero ver sufrir más pero Jimin necesita ayuda.

—Jungkook sabe eso, Shin. Tú sabes que Jimin es como mi hijo también, pero no puedo tolerar esas actitudes. Si me toca alejar a tu hijo de Jungkook, lo haré.

Shin asintió sabiendo que era algo inevitable.

Pero ambas también fueron jóvenes y saben lo que se siente tener un corazón roto.