EN ESTA VIDA NO ; Gabito Ballesteros

Treinta

-Felices tres semanas a mi-grita Ricky entrando al depa y dejando un pastel y flores.

-¿Qué traes?-Pongo mi iPad aún lado y lo miro súper confundida.

Se acuesta en el sofá que hay frente a mi-Tres semanas soportándote en Argentina reina- lo miro entrecerrando mis ojos y negando con la cabeza.

-Ni yo celebré tanto cuando viviste un mes completo con  Evaluna y conmigo- digo- celebramos cuando te fuiste en realidad.

-I don't fucking care- dice revisando su teléfono- ¿Aún no estás lista?

-Nop- digo quitando mi mirada de mi iPad- ya solo me falta elegir outfit.

Como dijo Ricky hoy cumplía tres semanas en Argentina, se habían ido volando, me mantuve en contacto con Gabriel, con mi familia, mis amigas y amigos, pero también había hecho muy buena amistad con los chicos del programa e intentamos salir cada que podemos, reuniones súper tranqui, de señoras dice Ricky.

Era viernes y Mateo(Trueno) nos invitó a una fiesta en casa de un amigo de él, Ricky pasaría por mi para irnos juntos ya que el es el que conoce Argentina y tiene carro.

-No se que tan casual ir- le digo caminando a mi habitación- por qué no quiero tener frío- me río.

-Pues algo tranqui, llévate un suéter o eso que usan las mujeres- lo oigo gritar desde la sala.

-Gracias por tu ayuda- respondo irónicamente.

-De nada, voy a comer pastel

Después de cambiarme como mil veces elijo por fin lo que me pondré, preparo las cosas que llevaré en mi bolso. Salgo de la habitación, Ricky está sentado en el banco comiendo pastel mientras sigue tecleando en su teléfono.

-Gracias por mi pastel- le reclamo y se ríe- Estoy lista vámonos.

-Tenía que comer algo-dice poniéndose de pie y dirigiendo su mirada hacia mi- Chama es cuestión que decidas arreglarte para verte bien- dice burlón.

-Ay no voy a discutir de nuevo contigo, vamos que es tarde.

Las fiestas aquí en Argentina son bastante tarde, salimos en dirección a la fiesta, le envío un mensaje a Gabriel para avisarle y saber cómo iba todo, tenía todo el día sin saber de él lo cual era algo inusual.

El viaje fue algo corto, sabíamos que estábamos llegando ya que la cantidad de autos y gente se hacía más evidente conforme nos íbamos acercando. Encontramos un lugar libre para dejar el carro y bajar a la fiesta.

La cantidad de gente que había era increíble, algunos sentados en la entrada, otros platicando con sus amigos, el olor a tabaco y marihuana se hace presente y es imposible detectar de dónde, aquí todos somos personas normales y cada quien vive su mundo, hace mucho no salí a una fiesta sin que hubiera gente cuidándonos o estar pendientes de que suceda algo, normalmente así es mi vida en México cada que salía con los chicos, se ve que esta noche será diferente.

Una vez que ingresamos a la casa siento como Ricky me toma de la mano para no perdernos entre la multitud, la música, las luces y el humo se hacen presentes lo que hace imposible encontrar al chico que nos invitó. Caminamos hasta llegar a la cocina que estaba más vacía a comparación de otras partes de la casa.

-Es demasiada gente- digo recargándome en la barra de la cocina intentado tomar aire.

-Así son las fiestas Argentinas-suelta una risita leve- son una locura- toma uno de los vasos que están en la mesa para después tomar una botella y servirse su bebida, lo veo acercarse al refri y sacar una lata de soda y me la extiende.