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Amara miraba por la ventanilla mientras el avión aterrizaba en Los Ángeles, la ciudad que había dejado meses atrás para explorar el mundo y tomar fotografías. Estaba emocionada de regresar, aunque trataba de mantenerlo en secreto; los nervios no eran algo que solía admitir fácilmente. A su lado, Dior estaba concentrada en su teléfono, una sonrisa traviesa en sus labios mientras tecleaba con rapidez.

—¿Con quién tanto hablas? —preguntó Amara con una sonrisa, fingiendo indiferencia mientras recogía su mochila.

—Oh, con alguien muy interesada en verte —respondió Dior, sin apartar la mirada del teléfono. Finalmente, lo bloqueó y lo deslizó en su bolsillo, mirándola con esa expresión que Amara había aprendido a identificar como "algo está tramando".

Amara arqueó una ceja y sonrió levemente, aún algo desconcertada por la complicidad que siempre existía entre Dior y su hermana menor, Malia.

—Kylie y Malia no tienen idea, ¿verdad? —preguntó, divertida.

Dior negó con la cabeza y sonrió de oreja a oreja.

—Para nada. Malia va a enloquecer cuando te vea. Le dije a Kylie que no soltara ni una palabra, y créeme, está igual de emocionada —contestó Dior, tomando su mano mientras salían del avión. Sacó su teléfono y comenzó a escribir rápidamente. "Llegamos a L.A., y sorpresa en camino. No digas nada a Malia aún", envió a Kylie, añadiendo un guiño.

Mientras atravesaban el aeropuerto, Dior caminaba un poco más cerca de Amara de lo habitual, dejándola sentir su presencia. Cada tanto, le lanzaba miradas divertidas, como si estuviera disfrutando no solo de la sorpresa que planeaban, sino también de tener a Amara justo a su lado después de tanto tiempo.

—¿No estás emocionada? —le susurró Dior, inclinándose lo suficiente como para que Amara pudiera sentir su perfume, dulce y algo intrigante.

Amara trató de restarle importancia, encogiéndose de hombros, aunque no podía evitar sonreír.

—Tal vez un poco —admitió, con una risa nerviosa que la delataba.

Dior soltó una risa suave, dándole un pequeño empujón en el hombro.

—Vamos, sabes que extrañabas esto, la ciudad, y claro... también a mí.

Amara rodó los ojos, aunque sus mejillas adquirieron un ligero tono rosado.

—Tal vez te extrañé... un poco —respondió, haciendo una pausa para dejarlo en suspenso.

Dior levantó una ceja, divertida, y contestó:

—Bueno, creo que con eso me basta por ahora. —Le guiñó el ojo y volvió a mirar su teléfono—. Y ahora, solo falta sorprender a la pequeña Baker. Estoy segura de que no va a saber qué decir cuando te vea aparecer en la puerta.

—Espero que la sorpresa sea una buena idea... —dijo Amara, con un suspiro, mientras salían del aeropuerto, ya sintiendo cómo la emoción iba creciendo a cada paso.

° ° °

En el acogedor y moderno departamento de Malia, el sonido de los videojuegos llenaba la sala. Ruby y Malia estaban en una intensa partida, ambas muy concentradas en la pantalla. Ruby apretaba los botones de su control, esforzándose por mantener su ventaja, mientras Malia la seguía de cerca en el marcador.

—No creas que te dejaré ganar, Mali —dijo Ruby con una sonrisa competitiva, lanzándole una mirada rápida.

—Ni sueñes, Turner —respondió Malia, riéndose mientras maniobraba a su personaje para esquivar el ataque de Ruby. Su atención estaba completamente en el juego... hasta que sintió la mirada de Kylie fija en ella.

UNDERSTAND - Ruby Rose Turner or Dior GoodjohnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora