Azrael Cassian
Jefe de la mafia rusa, incomparable y sin igual; nadie puede igualar sus expectativas, al menos hasta que sus ojos se posaron en ella, evocando un recuerdo oculto.
La impecable Lilith Parker, dulce e inocente, aunque nadie permanece a...
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Lilith Parker
En este momento de mi vida, ya era consciente de que una de mis principales especialidades eran las fantasías sexuales.
Me repetía una y otra vez que había cosas más productivas que hacer, sin embargo...
Jugaba con un lápiz entre mis dedos delgados, mientras entrecerraba los ojos debido a la luz del sol que entraba por la ventana. Con algunos mechones de cabello cubriendo mi rostro, sentía el sudor y las gotas de calor recorrer mi frente, mis manos y cada rincón de mi imaginación.
Durante la clase de física, prestaba atención a la profesora, quien continuaba impartiendo la lección con un tono de voz pausado y escribiendo en la pizarra con un marcador naranja que no se destacaba mucho.
Lamentablemente, su vestimenta era poco acertada; había escogido una combinación de prendas que no favorecían su imagen, y en ocasiones anteriores había presentado elecciones aún más cuestionables.
"Que se le va a hacer..."pensé.
Me encontraba en mi último año de preparatoria, lo que implicaba un aumento en la complejidad de las clases, pero la graduación y mi ingreso a la universidad en Estados Unidos o en Reino Unido, se acercaban rápidamente.
Era necesario presentar mis exámenes finales, de los cuales solo restaban tres, y con ello completar los requisitos para iniciar mis estudios en el Reino Unido o Estados Unidos.
Además, hacía apenas dos semanas que había cumplido 19 años, y no era posible prever lo que ocurriría en el futuro.
Sentía un profundo aburrimiento y fatiga, con una sensación de cansancio que pesaba en mis ojos, dificultando mantenerlos abiertos.
La libreta estaba repleta de anotaciones, pero había llegado a un punto en el que ya no deseaba continuar escribiendo a mano con pluma, por lo que decidí cerrarla.
Lo único que realmente anhelaba en ese momento era llegar a casa y descansar.
Además, este era mi ultimo día de clases, ya que tenía vacaciones a partir de hoy.
Mi mente divagaba con frecuencia; la maestra estaba explicando un tema que, honestamente, había dejado de interesarme. Aunque escuchaba, de alguna manera no podía concentrarme. Levanté la mirada lentamente y observé a mi alrededor, dándome cuenta de que no era la única que había perdido el hilo de la lección.
Que flojera
De pronto mis ojos giraron en busca de mirar algo se fijaron en alguien en particular,ese alguien era un chico de cabello cafe,ojos color miel,piel morena y mandibula poco marcada de mi mismo grado del que había estado enamorada desde la secundaria.
Era natural que en aquella época fuera bastante tímida, lo cual es un cliché muy común.
Él era el típico chico popular, una realidad de aquellos tiempos. Sin embargo, en ese momento, no me preocupaba demasiado, ya que éramos pareja desde hacía menos de dos años.
