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hyunjin se habia ofrecido ir a buscar a su novio para llevarlo a la universidad. felix sin dudar le aceptó y ya estaba saliendo de su departamento cuando el mayor le avisó que se encontraba afuera.

pasó por recepción, saliendo del edificio y buscó el rostro de su chico que no veía por ningún lado.

en el momento que sacó su celular para llamarlo, una bocina tocando repetidas veces lo asustó, y luego esa voz que siempre rondaba por su cabeza se hizo presente.

—¡aquí estoy, mi rubia!—gritó bajando la ventana de su, al parecer, nuevo auto.

felix creyó que su mandibula casi estaba en el piso cuando hyunjin aparcó el carro pegado a la vereda.

—¿es tuyo?—preguntó, llegando a su lado—. ¿desde cuándo, cómo, ¡¿qué?!

hyunjin se bajó para abrirle la puerta.

—buenos días, mi amor—sonrió, dándole un pico en los labios. el otro seguía sin reaccionar—. te explico en el hyunjinmóvil, vamos—le abrió la puerta y felix entró sin cerrar su boca.

de repente una idea no tan alocada pasó por su mente.

—¡hyunjin, dime por favor que no lo robaste!

el pelinegro carcajeo con ganas, negando con la cabeza y acelerando de paso.

—no, lix, claro que no. era el regalo de mi papá que tenía escondido en el garaje y se supone que era sorpresa y me lo daría el sábado, pero para mala suerte de el, anoche fui a buscar unas cosas alli y lo encontré.

—¡no me lo creo!—rió—¡es grandioso, bebé!

—lo sé, y de hecho, no me había dejado usarlo hasta que fuera mi cumpleaños, pero le dije que quería darte la sorpresa y pasar a buscarte en esta maravilla y no tardó en acceder.

efectivamente, el suegro de felix lo quería tanto como sus papás querían a hyunjin.

—felicidades, jinnie, te lo merecias—tomó su mano y hwang se volteó con la luz en rojo para mirarlo con una sonrisa.

—¿quieres pasar antes por un café? aún tenemos tiempo.

—vamos—afirmó.

veinte minutos luego estaban ya adentro de la cafetería, una más lujosa y exclusiva que no había en su universidad. no es que el señor hwang fuera millonario, pero sabia manejar el dinero, el papá de hyunjin era un profesional con el tema de las acciones, por lo que su hijo solía recibir una generosa cantidad de mesada cada mes.

ya con sus órdenes listas, comiendo en una mesa de afuera, hyunjin le contaba acerca de lo que se pondría para ir a la discoteca. lucía emocionado, pero felix sabía que le gustaria mucho más cuando llegara a esa fiesta sorpresa.

—¿felix? ¿lee felix?—una atractiva muchacha de cabello azul y un corto vestido negro muy lujoso se acercó a ellos, sin apartar sus ojos del menor.

—¡oh, gahyun noona!—saludo con una sonrisa, parándose del asiento.

la chica dió un suspiro y rodeo los hombros de felix en un intimo abrazo, hyunjin solo pudo arquear una ceja.

había pensado que eran familiares o hasta podria ser una amiga de la hermana mayor de felix, pues la chica de pelo azul frente a sus ojos se veía al menos unos cinco años mayor que su novio. pero cuando la desgraciada se separó, subió una mano hasta su mejilla, mirándolo con ojos fascinados.

—wow, felix, estás muy apuesto—movió la cabeza hacia los lados, negando—. siempre lo fuiste, pero...

hyunjin no le dio tiempo de finalizar su oración. agarró a felix y lo tiró hacia el con las cejas fruncidas, la tipa parecía recién notar que había una tercera presencia alli.

un lix embarazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora