Percy Jackson: El ladrón del rayo

Prólogo

Mira, yo no quería ser mestizo.
Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es éste: cierra el libro inmediatamente, Créete la mentira que tu padre o tu madre te contaran sobre tu nacimiento, e intenta llevar una vida normal.
Ser mestizo es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo sólo sirve para que te maten de manera horrible y dolorosa.
Si eres un niño normal, que está leyendo esto porque cree que es ficción, fantástico. Sigue leyendo. Te envidio por ser capaz de creer que nada de esto sucedió.
Pero si te reconoces en estás páginas -si sientes que algo se remueve en tu interior-, deja de leer al instante. Podrías ser uno de nosotros. Y en cuanto lo sepas, sólo es cuestión de tiempo que ellos también lo presientan, y entonces irán por ti.
No digas que no estás avisado.

La vida es una aventura constante, no creía que fuera tan literal.
Solo déjate llevar, al fin y al cabo, todo es una línea que seguir. Solo que a veces esta suele tener sus nudos y giros que hacen que las cosas se descarrilen.
Conocerlo a el fue mi mayor sorpresa, una muy gustosa. No te confundas, no soy la protagonista, solo soy una querida acompañante de aquel héroe que logro y seguirá logrando grandes cosas. Percy Jackson.