Nueva York?

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Sali de bañarme y me vesti, esta vez ya no llevaba puesto el uniforme si no un pantalón wide leg y una camisa básica de rallas con colores otoñales, por encima me puse mi chaqueta roja y mis tenis rojos, estaban un poco manchados de cenizas pero no importa mucho.

Mientras amarrada mis tenis pude escuchar la voz de mi papá algo fuerte, no entendí bien lo que decía pero para que lo escuche hasta mi habitación debe ser algo importante.
Me apresuré en bajar no sin antes verme por última vez en el espejo. De una u otra manera me sentía diferente, sentía que no me veía asi esta mañana, aunque no hay nada diferente yo me sentía diferente, peine mi mechón rojo de mi fleco y suspire.

- Solo necesito saber más...- salí de la habitación y me aproxime a las escaleras, mientras iba bajando pude ir distinguiendo las palabras pues ahora se escuchaban más claras.

- salí de la habitación y me aproxime a las escaleras, mientras iba bajando pude ir distinguiendo las palabras pues ahora se escuchaban más claras

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- Es demasiado pronto! Tan solo tiene 12 años , es solo una niña...es mi niña- era la voz de mi papá, se escuchaba débil.

- Se que es duro pero es por su bien, no sabemos que cosas mas vengan tras ella, es peligroso tenerla expuesta asi..- esta vez era Diego el que hablaba.

-¿Pero que culpa tiene mi hija? Ella estuvo conmigo todo el tiempo, no tiene nada que ver con los problemas de ellos, ella no es un cerdo para el matadero...-

seguía sin entender, pero cada vez esto se escuchaba más serio. Estaba escondida en las escaleras mientras escuchaba la conversación, quizás soy muy chismosa y es una falta de respeto pero en estos momentos poco me importa.
Baje unos escalones más en silencio, lo suficiente para poder verlos conversar.

Mi papá estaba sentado en una silla, sus codos apoyados en su rodilla mientras se inclinaba y frotaba su sien, como acostumbraba a hacer cada que se estresaba.

- Ni ella ni muchos mas tienen la culpa, pero recuerde que si Alix se queda aquí sin ningún conocimiento entonces morira, la eh seguido desde hace ya dos años y no quiero que se arriesgue, ella tiene un potencial, porfavor señor...si las cosas salen bien ella volverá y se quedará solo los veranos - Diego hablaba con decisión aunque podía observar como jugaba con sus dedos, parecía también nervioso.

- Pero promete que la cuidarás bien..-

- Es mi trabajo, después de todo soy su protector- Después de decir eso Diego hizo una señal indicandome que saliera de mi escondite.

Baje con algo de inseguridad los pocos escalones que faltaban y me acerque a ambos, mi papá se reincorporo y se levantó de dónde estaba, se acercó a mi con una mirada apagada, Diego se hizo a un lado y dejo que me acercará más.

- ¿De qué hablaban? - nadie respondió.

- ¿Es demasiado pronto para que?, ¿Quién vinen tras de mi y por qué?, ¿Culpa? , ¿Ah dónde ire?- mi voz se elevó un poco más de lo normal, la situación estaba colmando mi paciencia y el silencio de ambos no ayudaba en nada.

Percy Jackson: El ladrón del rayo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora