Sentimientos

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No quería dejarlo ir, su cuerpo quemaba a causa de su celo e Izuku pensaba irse y dejarlo sufriendo por no poder complacerse.

--Amo. Por favor, lo necesito. -dijo mientras agachaba sus orejas- Calmé mi calor, así como ayer.

--Créeme que me encantaría -dijo mientras acariciaba el muslo del menor- Pero esta reunión es importante, tengo que ir.

Al escuchar eso, Katsuki bajo la cabeza mientras formaba puños con sus manos antes de comenzar a dar pequeños saltitos, pues aun tenía la polla de su amo en su interior.

--Katsuki detente -ordeno, pero no hizo nada por pararlo- ¡Kacchan!

--No. Usted empezó y ahora lo terminará, el amo Izuku no sientes lo que yo. Y esto quema como no tiene idea -dijo cerrando los ojos para sentir como esa cosa golpeaba lugares dentro de él que lograban hacer que corrientes de placer recorran su cuerpo entero- Amo...♡

--Mierda Kats, enserió tengo que irme -dejo escapar un jadeo a lo último mientras cogía la cintura del rubio, quien le sonrió al ver como sus manos subían hasta tocar su pecho- Esa reunión es importante -jadeo al abrazarlo- Kats... Si me dejas ir, te juro que te daré todo lo que me pidas...

--Zuzu, no te irás, te quedaras conmigo -dijo calmadamente mientras sostenía la cabeza del mayor que estaba posada en su hombro- Me preñaras y cuidarás. Seremos felices.

--katsuki... Deja de decir eso... Mierda. Detente...

--¿Por qué? Zuzu me ama, solo tienes ojos para mí... Y yo también lo am...

--¡KACCHAN! -grito por lo que el híbrido se cayó y dejo de mover sus caderas para voltear a verlo con miedo- Cariño, perdón por gritarte -dijo acariciando su blanca mejilla- Espérame en el cuarto, solo me iré un momento y luego seré todo tuyo. Ahora necesito ir. Esta reunión no la puedo cancelar por ti.

--Pero mi celo...

--Lo sé, pero aguanta un poco -dijo tomando al menor para levantarlo haciendo que su polla salga de esa rosada entrada escuchando una pequeña queja del contrario- Ve al cuarto -ordeno y esta vez el rubio obedeció.

Subió a su habitación y cerro la puerta de un golpe. Era la segunda vez que experimentaba el rechazo, pero esta vez le dolió más y pensaba que ese dolor jamás le iba a volver a dar después de tantos años, entendía muy bien la razón de la primera vez, pues él mordió a Izuku cuando aun era un cachorro, pero ahora no sabe que es lo que hizo mal.

--Mierda... -dijo en un sollozo mientras apretaba su puño en su pecho- ¡Mierda! Amo... -comenzó a hiperventilar por lo que trato de calmarse. El calor de su cuerpo había quedado en segundo plano, mientras lloraba sentado detrás de la puerta- ¿Qué hice esta vez? Fui bueno. No lo entiendo.

Los híbridos son diferentes, eso el señor Yagi le había dicho a su hijo, pues ellos sienten las emociones con más fuerza, por lo que un regaño puede derrumbarlos completamente si no se les dice o no hayan el motivo que desencadenó eso.
Se desesperan y en casos extremos, dejan de ingerir alimentos, por eso y más los híbridos no pueden ser criados por cualquiera.

Al pasar un rato, Katsuki logro calmarse, pero el dolor en su pecho aun continuaba anclado a él mientras esperaba a Izuku, tal y como este le había dicho, y después de una hora escuchó como llamaban a la puerta.

--Katsuki, ¿Puedo entrar? -pregunto antes de abrir.

--Es tu cuarto, no el mío como para tener que pedirme permiso -dijo sin ánimos mientras se paraba e iba a la cama viendo como Izuku se acercaba preocupado.

--Ay, no -fue lo primero que dijo en cuanto tomo las mejillas del híbrido- Katsuki, perdón, enserió perdóname por gritarte.

--Ya... Usted sabe que yo no tengo que perdonarle nada, pero ¿Qué hice mal? -dijo con los ojos cristalizados- No entiendo... ¿O acaso dije algo que no debía? Dígame. -dijo a modo de súplica.

--Es que si te digo te pondrás peor -acaricio la cara del menor para luego darle un beso en la frente.

--Pero necesito saber.

Izuku suspiro antes de sentarse a su lado y mirarlo fijamente.

--Fue algo que dijiste -cuando el otro quiso hablar, Izuku se lo impidió- Katsuki, hemos crecido juntos. Debes saber mejor que nadie que no sé cómo manejar mis propios sentimientos -el menor agacho sus orejas al entender lo que su amo trataba de decir- Oye, yo siempre estaré aquí para ti.

--Pero yo lo-

--Kacchan, no puedo decirte que yo me sienta igual.

--¿Y nuestra promesa? -dijo al recordar las palabras que un pequeño pecoso le dijo una vez.

--No la pienso romper.

--Es la segunda vez en este día que me grita y ya comprendo todo - dijo más calmado- Lo lamento.

--¿Por qué?

--Por sentir lo que siento por usted, por ya no verlo solo como mi dueño... -respiro profundo antes de continuar- Hagamos como que esto no paso, sigamos igual. Amo.

--Katsuki, una última pregunta, ¿Desde cuándo te sientes así? -la pequeña sonrisa del rubio desapareció.

--...eh -dijo mirando un pequeño reloj- eh, Hatsune lo debe estar esperando, sabe como se pone de pesada si se demora en ir con ella.

--Katsuki, no me cambies la conversación.

--Tenían trabajo que hacer, vayan, yo lo espero -dijo mientras lo empujaba, pero no pudo hacer mucho.

--¿Y tu celo?

--Eso ya no importa. Váyase, por favor.

Izuku no entendía, pero sabía que el rubio tenía que pensar, por lo que salió no sin antes darle un beso.

Al ver las puertas cerradas, el híbrido se echó en la cama e intento dormir. Sabía que todo sería un caos cuando le dijera a Izuku que lo ama, pero tenía una pequeña esperanza de ser correspondido.

--Esa cara redonda tenía razón, yo no soy más que la simple mascota del amo.

Fiesta de mascaras (DkBk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora