Capítulo 3

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Dean bajó a Castiel del auto con cuidado y entró a la casa, decidió llevarlo al cuarto de invitados y ahí lo acomodó en la cama cubriéndolo con las cobijas. Le habían dicho que seguramente tardaría varias horas e incluso días en despertar de nuevo mientras sanaba y que estuviera preparado pues, seguramente el omega estaría igual o más alterado que la última vez que despertó.

En el hospital se habían encargado de cambiarle los vendajes y limpiar sus heridas así que ya no tendría que hacerlo hasta mañana, le dieron una lista de los medicamentos que debía comprarle para el dolor y para limpiar y ayudar a cicatrizar sus heridas una vez estuvieran cerradas.

Luego de dejar todo en orden en la habitación Dean salió, decidió dejar la puerta abierta pues estaba seguro de que el omega seguiría dormido un rato y ni quería que se asustara por estar encerrado cuando despertara.

Bajó las escaleras y miró el reloj 4:30, debía ir por Jack si no, no les daría tiempo de entrar a la piscina como le había prometido, le envió un mensaje a Sam para que se encontraran en la plaza y condujo hasta allá.

Llegando a la plaza encontró a Sam y Gabriel en la fuente de la entrada con su pequeño como habían acordado, se acercó a ellos y saludó a los dos chicos. "Listo campeón vamos a casa", tomó la mano de Jack y miró a Sam, "De nuevo muchas gracias"

"¿Y me dirás que pasó?, ¿y por qué hueles así?"

Dean apenas se había dado cuenta de que tenía el olor de Castiel impregnado, tendría que explicar muchas cosas definitivamente, pero ahora sólo quería pasar el rato con su cachorro.

"Pasa mañana temprano a mi casa y te contaré todo, también puede ir Gabriel y llama a Lucifer igual, debo decírselo a los tres", y a muchas personas más pensó el alfa, pero todo a su tiempo, "por ahora disfruten de su cita, ya no los molesto más" cargó a su pequeño y se despidió.

Iban de vuelta a casa en el auto y Jackie olía todo curioso, él lo notó y lo miró.

"¿Qué tienes enano?", Jack adoraba que su padre la llamara así.

"Huele raro de nuevo"

Claro el olor de Castiel, otra vez lo había olvidado.

"Tú también hueles así"

"¿Te molesta mucho?", Dean abrió las ventanas para que el olor saliera, aunque no funcionaría mucho si el olor del omega estaba impregnado en él.

"No, no me molesta, de hecho, me gusta mucho pero no es tu olor normal, ni el de nadie que conozca"

Asintió y miro al niño por el retrovisor, sintió un gran alivio al saber que a su cachorro le agradaba el olor. "No, no lo es, después te explicaré todo mi pequeño cachorro..."

"Está bien", el niño no le dio mucha importancia, ahora lo único que quería era llegar a casa y entrar en la piscina como le habían prometido.

El pequeño corrió escaleras arriba sin notar siquiera que el olor que tenía el auto y su padre también estaba en la casa.

Se quitó la ropa cambiándolo por un bañador, escuchó unos golpecitos en su puerta y al abrir encontró a su cachorro dando saltitos de emoción con su bañador de autitos. Sonrió nuevamente y tomó el bloqueador solar antes de salir con el al jardín donde se encontraba la piscina, antes de entras puso bloqueador en ambos para no quemarse con el sol.

Finalmente entró a la piscina saltando y ya dentro cargó a Jack poniéndolo en su flotador de patito. Estuvieron un buen rato en la piscina, El pequeño Jack amaba el agua y Dean era el verlo feliz, jugaron, nadaron y salpicaron agua por todos lados, luego de varias horas en la piscina comenzaba a oscurecer y el cachorro parecía haber agotado sus energías, lo cargó recostándolo en su pecho y salió de la piscina, la tapó con una toalla y se secó un poco para no chorrear agua por toda la casa llevó al pequeño a su cuarto y lo dejó bañarse mientras el preparaba la cena aún sin quitarse el bañador.

take care of meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora