El sonido de las sirenas llenaba el aire, mezclándose con el crepitar de los incendios y el caos que dominaba la ciudad. Las ambulancias y los equipos de rescate trabajaban frenéticamente para contener la destrucción, pero la verdadera amenaza aún estaba en la sombra. Bakugou Katsuki permanecía en el centro de todo, con la respiración agitada, sus explosiones aún chisporroteando en sus manos. La confesión que había salido de su boca hacía tan solo unos minutos seguía resonando en su cabeza, reverberando con una intensidad que lo dejó aturdido.
Porque me importas, maldito nerd.
Nunca pensó que esas palabras cruzarían sus labios. Menos aún, frente a Izuku. El maldito nerd que ahora se había convertido en su mayor rival, no solo en la batalla, sino en su propia mente y corazón. Bakugou cerró los ojos por un momento, apretando los puños. No podía permitirse el lujo de dejar que las emociones lo dominaran ahora. Tenía un trabajo que hacer. Izuku seguía suelto, y la ciudad aún corría peligro.
Los héroes a su alrededor intentaban mantener el control de la situación, pero Bakugou apenas los escuchaba. Todo su enfoque estaba en una sola cosa: encontrar a Izuku. No importaba cuánto tratara de convencerse de que esto era solo un deber como héroe, sabía la verdad. Esto era personal. Y no podía permitir que Izuku se hundiera más en la oscuridad sin hacer algo.
¡Bakubro! – La voz de Kirishima lo sacó de sus pensamientos.
El pelirrojo llegó corriendo hacia él, cubierto de polvo y con un par de rasguños visibles, pero sin perder su energía característica. Era uno de los pocos que aún creía en Bakugou, a pesar de su actitud abrasiva.
La mayoría de los villanos han sido neutralizados, pero Deku sigue por ahí. ¿Qué vamos a hacer?
Lo encontraré – respondió Bakugou con una determinación fría. Sus ojos carmesíes se encendieron con una mezcla de rabia y algo más profundo que no estaba dispuesto a admitir. – No necesito a nadie siguiéndome.
Kirishima lo miró con preocupación. Sabía que cuando Bakugou se ponía así, era difícil hacerlo cambiar de opinión. Aún así, confiaba en su amigo y decidió no presionar más.
Solo ten cuidado, ¿sí? No sabemos en qué está pensando Deku ahora – dijo Kirishima, dándole una palmada en el hombro antes de correr hacia otro grupo de héroes.
Bakugou lo observó alejarse por un momento antes de emprender su propia búsqueda. No era solo cuestión de detener a Izuku. Necesitaba respuestas. Necesitaba entender por qué el chico que una vez admiró a All Might, el mismo que luchaba con uñas y dientes para proteger a los demás, había decidido volverse contra todo lo que representaban.
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Mientras tanto, Izuku Midoriya observaba desde las sombras. Su respiración era tranquila, calculada, mientras sus ojos analizaban la destrucción que había ayudado a provocar. Había una parte de él que sabía que esto estaba mal. Que lo que estaba haciendo no era lo que realmente deseaba. Pero esa voz se ahogaba bajo capas de resentimiento, frustración y la firme creencia de que el sistema de héroes era un engaño. No importaba cuántas veces intentara ser el héroe, siempre lo subestimaban, lo menospreciaban.
Y sin embargo... las palabras de Bakugou seguían rondando en su mente.
No quiero que sigas por este camino. No quiero perderte, Izuku.
Izuku apretó los dientes, cerrando los ojos por un momento. ¿Por qué había dicho eso? ¿Por qué ahora? Durante años, Bakugou lo había tratado como un rival, como alguien inferior. ¿Acaso todo eso había sido solo una fachada? ¿Podría haber algo más en la furia de Bakugou?
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Haremos Nuestra Propia Justicia (Bakudeku)
FanfictionEn un mundo dividido entre héroes y villanos, Izuku Midoriya ha elegido el camino oscuro, alejándose de los ideales que una vez definieron su vida. Mientras la ciudad sufre bajo la amenaza de su poder, el héroe Bakugou Katsuki se enfrenta a una verd...