⏤͟͟͞͞ L̶A̶S̶ R̶E̶G̶L̶A̶S̶ ✘

001- L̶a̶ c̶i̶u̶d̶a̶d̶.̶

Los padres de Jisung ya habían armado valijas, es más, también las habían subido al auto, Jisung era el único que se quejaba desde que esa idea salió de la boca de sus padres en una reunión familiar, mudarse.

Él se había negado, hasta había mejorado sus calificaciones de la escuela para que sus padres cambiarán de opinión, pero esto.. no le sirvió para nada, por otro lado, su hermano mayor ya entraba a la Universidad, así que no le importó mucho mudarse, le daba igual a Jeongin.

Jisung no tenía la mejor vida, pero tampoco quería mudarse, por que tenía a sus únicos amigos de toda la vida allí y donde se iban a mudar.. quedaba bastante alejado de allí, Jisung estaba lejos de aceptar mudarse.

Ahora estaban camino a su nueva casa, Jisung estaba escuchando música, sus padres hablando entre sí y Jeongin estaba con su celular, probablemente también escuchando música.

(...)

Al llegar, la casa por fuera se veía enorme, y no se equivocaban, era bastante grande, por fuera y por dentro.

Jisung fue hacia arriba a ver las habitaciones, para quedarse con la mejor seguramente.

—¡Esta será mi habitación!– Dijo Jisung dejando sus cosas allí y viendo a su hermano entrar.

Jeongin se encogió de hombros y se fue, restándole importancia.

Rato después, cuando terminó de desempacar, Jisung se puso a explorar -sin muchas ganas- la casa, sus padres estaban ocupados y su hermano.. ni el sabía donde estaba.

Jisung, estaba aburrido, la casa era muy grande y... muy silenciosa. Salió al patio, en silencio, vio una pequeña libreta en la mesa de té.

El castaño se sintió curioso al ver aquello, se acercó y cuando estuvo a punto de agarrar aquella pequeña libreta, se sobresalto al escuchar a su madre.

Este se asustó y la escondió rápidamente.

—Que haces?–Preguntó su madre.

Jisung le respondió un simple "Nada", su madre lo miro con sospecha y le dijo que el almuerzo ya estaba listo y que ya fuera a lavarse las manos.

Él castaño le hizo caso, y cuando la mujer se fue el dejó la libreta en un lugar "escondido" y fue a hacer lo que su madre le ordenó.

Después del almuerzo, salió de vuelta al patio y buscó aquella libreta, cuando la encontró se fue a su cuarto.

Allí la abrió y vio un nombre escrito, el papel parecía viejo.

El nombre que leyó fue Lee Minho.

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