El viaje bastante polémico de una jovencita con Pokémon

Capítulo 10

¿El mundo estaba loco o ella lo estaba? Era una pregunta bastante seria. Una con grandes implicaciones. Sería fácil determinar que Ser X, su paso por el Ejército Imperial y su situación actual eran todos delirios de la mente. Tal vez de alguna manera había sobrevivido al tren y ahora estaba en coma.

Ser una respuesta fácil no equivalía a ser la respuesta correcta. Una revisión de sus facultades mentales le dijo que no había nada malo y por eso continuaría operando bajo la suposición de que esa era la realidad.

Y así, el mundo estaba loco.

Estaba siendo melodramática, no era característico de ella, pero se sentía bastante frustrada.

'Otra vez'

¿Por qué estaba haciendo esto?

'Mamá'

El Pokémon insistió y ella suspiró, tirando del asiento hacia atrás antes de empujarlo hacia adelante. Ralts se balanceó hacia adelante y luego hacia atrás en el columpio. Después de detenerse en un baño público para cambiarse, había encontrado un patio de juegos para ordenar el resto de sus nuevas pertenencias. Aparte de los sencillos columpios, había un gimnasio en la jungla y un sube y baja. La pintura se había desvanecido por la exposición al sol y había empezado a descascararse en algunas partes.

Aun así, estaba limpio y vacío. Menos se podía decir de la arena improvisada al otro lado de la calle. Había una pequeña multitud y podía oír los sonidos de la batalla. Había echado un vistazo, pero tenía cosas más importantes en las que centrarse.

Principalmente, ¿qué iba a hacer con el Equipo Flare? No, ¿qué iba a hacer con Lysandre?

Nacido en una familia adinerada y descendiente de la realeza, el hombre pronto tuvo una plata increíble. A diferencia de otros en su posición, no se dejó llevar por el éxito de su familia y utilizó los recursos disponibles para crear Lysandre Labs. La empresa había estado bastante tranquila hasta que lanzó su producto estrella, el Holo Caster. Una maravilla de la tecnología, superó con creces todo lo que ofrecían sus competidores y rápidamente arrasó la región.

La idea la inquietó.

No había forma de que un megalómano como ese no instalara una puerta trasera en cada dispositivo enviado. Estaba inmensamente agradecida por la reliquia que el empleado le había arrojado, la tienda debía estar inundada de modelos viejos de personas que estaban actualizándolos.

El hombre debía tener terabytes de chantaje a los que recurrir cada vez que sentía la necesidad de impulsar algo en cierta dirección. No es que lo necesitara con la ridícula cantidad de riqueza y conexiones que había acumulado.

Considerando la combinación de esos factores, tal vez el mundo no estaba loco. La mayoría se sentiría intimidada por su poder e influencia. ¿Y esos pocos que no lo estaban? Un simple mensaje a alguien con un Holo Caster y de repente estaban en una lista con la que lidiar. No sabía si eso era para desacreditarlo, coaccionarlo o silenciarlo permanentemente.

Esa era la única forma en que podía justificar que la sociedad hiciera la vista gorda colectiva ante esto.

'Otra vez'

Ella le dio otro empujón a Ralts distraídamente y presionó el video que había estado viendo. Era una entrevista con un reportero, parecían estar frente a la inauguración de una nueva tienda. Pasó a la parte importante.

"Me considero una de las elegidas responsables de preservar la belleza de este mundo. No soporto la idea de que el mundo se vuelva más feo". Su rostro en la pantalla se retorció y ella vio temblar el par de tijeras que sostenía. "Lo terminaría en un instante si su belleza comenzara a desvanecerse".