Strange Weather [l.s]

Capítulo 15

"¿Harry? ¿Cariño?" llama Louis, entrando en el apartamento.

"¡En la cocina!" responde Harry.

Louis sonríe y se dirige hacia allí; es recibido por Harry, quien casi se lanza a los brazos de Louis, tirando de su cabeza para un beso.

"¿Me extrañaste?" bromea Louis. Se habían visto esa mañana, habiéndose despertado juntos en la casa de Louis. Ahora era poco después del mediodía, con el sol en su punto más alto y brillante del día.

Harry hace un sonido en respuesta, inclinando la cabeza para otro beso. Empuja los hombros de Louis, suavemente pero con firmeza, guiándolo de vuelta contra la encimera. Louis desliza la mano por debajo del suéter de Harry, y aunque el toque es ligero, la respiración de Harry se corta.

Louis sonríe durante el beso y se echa atrás para hacer un comentario, pero no tiene la oportunidad. Harry roba de nuevo sus labios al instante, y ahora el beso es más desordenado, más intenso.

"Te extrañé," confirma Harry, colocando su rodilla entre las piernas de Louis. Louis comienza a moverse para dirigirlos hacia el dormitorio, pero Harry lo inmoviliza allí. Un poco sin aliento, dice, "No, aquí."

Louis se ríe. "Lo que digas, amor."

Hay un brillo bonito en los ojos de Harry. Se pregunta en voz alta, "Nunca te he follado en esta cocina."

Lo que siguió fue, como era de esperar, extremadamente predecible.

Harry no se lanzó directamente a inclinar a Louis sobre la encimera; era un poco tonto cuán ansiosos estaban ambos, y como resultado, un poco torpes también. Se besaron y se quitaron la ropa contra la encimera, derrapando accidentalmente el salero al suelo, lo que les hizo reírse. Harry tuvo que correr de vuelta a su habitación para conseguir lubricante, lo que hizo que Louis se riera como un tonto, quedándose allí unos segundos con los pantalones a los tobillos. Harry prácticamente corrió de vuelta, lo que casi lo hace tropezar. Louis se rió abiertamente de Harry en ese momento, y aunque Harry le hizo un gesto de desdén, también estaba riendo.

Ambos llevaban bien la felicidad, y esta existía en conjunto con todos los besos desordenados y los gemidos. No había espacio para discusiones, allí.

La felicidad permanece en el después, por supuesto, pero Louis puede notar casi instantáneamente que hay algo que nubla la brillante alegría en los ojos de Harry ahora. Harry lo besa suavemente, y ambos se tumban en el suelo, completamente exhaustos. Louis se estremece con el frío del suelo de baldosas en su piel desnuda, pero antes de distraerse con eso, Harry coloca su cabeza en el muslo de Louis. Se gira de espaldas a Louis, y Louis limpia disimuladamente su mano en un paño de cocina colgado del horno antes de peinar suavemente el cabello de Harry.

"¿Estás bien, cariño?" pregunta Louis. No es que Harry no esté dispuesto a acurrucarse después del sexo, pero el repentino silencio de todo esto activa las alarmas de preocupación en la cabeza de Louis.

Harry asiente lentamente. Parpadea un poco, y luego frunce el ceño. "¿Acabas de limpiar tus manos en mi paño de cocina?"

"Sí. Culpable. También vine en tu encimera."

"Idiota," dice Harry, sin nada de ira ni molestia. "Tenemos que levantarnos. Siento la sal que tiraste en lugares horribles."

"Entonces aparta tu cara de mi polla."

"¿Pero no tengo una vista tan bonita?"

Louis resopla. "Estás mirando mis piernas. Te estás perdiendo de las partes buenas."

"Tus piernas son las partes buenas," dice Harry, girando un poco la cabeza para besar el muslo de Louis de manera castamente. Luego se sienta, sonriendo cálidamente a Louis. "Todo en ti lo es, en realidad."