Es 21 de septiembre, y es uno de esos últimos y persistentes días de verano. Físicamente, en el calendario lo es, y también en el aire. Todos en Oxford parecen estar afuera, usando faldas y shorts con un propósito claro, aprovechando el sol mientras aún pueden. Es aquí, bajo este umbral de otoño, que Harry se encuentra siendo arrastrado por Grace por una calle.
Casi literalmente arrastrado; ella sostiene su muñeca y hace zigzags deliberados por la acera, obligando a Harry a cambiar de dirección cada pocos segundos. Harry se ríe cada vez, aunque también gime en señal de queja.
Erik, el novio de Grace ㅡ porque Grace es probablemente la única persona que ha conseguido enamorarse durante un intercambio y tener la suerte de que ambos estén después en el mismo sitio ㅡ, camina delante de ellos. Mira hacia atrás con una ligera alarma cada 10 segundos, probablemente para asegurarse de que Grace no ha chocado contra un muro y se ha llevado a Harry con ella. Harry agradece su preocupación y cuidado, pero no se sorprende. Aún no conoce muy bien a Erik, pero ya se ha convertido en una presencia fiable. También sabe que Grace y Erik están encantadoramente enamorados, lo que debe decir algo de su carácter.
Erik vuelve a mirar hacia ellos, suspirando un poco. "Nuestro horario de recogida era a la 1 p.m."
"Guardarán un pastel por 10 minutos más," dice Grace despreocupadamente.
Harry se sonroja, porque la tarta que van a recoger es para él: su tarta de cumpleaños, que comerá con Grace y Erik después de comer. Aún no han decidido un plan completo, pero el mero hecho de que vayan a recoger una tarta ya dice mucho. Se siente un poco mimado, pero al mismo tiempo se siente muy bien, porque se siente muy normal. Sus amigos, que le quieren y se preocupan por él, quieren celebrar su existencia comiendo tarta; es un concepto muy bonito.
Harry encuentra el mayor placer en estas cosas sencillas. Una vez pensó que, para tener una vida normal, tendría que convertirse en una persona diferente. Tenía muy arraigado en la mente que era anormal: Harry tendría que cambiar primero para que cualquier cosa en su vida fuera normal.
Pero el tiempo había demostrado que eso simplemente no era cierto. Podía encontrar amor, consuelo y alegría tal como era, porque aquellos que se preocupaban lo suficiente para darle amor, consuelo y alegría... simplemente lo harían.
Así que Harry ya no es admirado ni odiado. Ahora está en su último curso, de vuelta en Oxford, de vuelta a las clases y a las conferencias. Ignora los cotilleos lo mejor que puede y se relaciona con el resto de los estudiantes. Cree que, en general, le encuentran simpático e inteligente, pero no siente ninguna terrible compulsión por convencerles de ello. Consigue una beca para investigar con un profesor ㅡ una cantidad espantosamente baja, pero acepta lo que puede ㅡ y trabaja a tiempo parcial dando clases de piano en la trastienda de una tienda de música. Hace café por las mañanas, pone música a todo volumen, compra y bebe mucho vino, utiliza las bonitas botellas como jarrones para las flores y, en general, es feliz. Es una vida sencilla, a veces difícil, pero encantadora.
"Hemos llegado," dice Erik, sosteniendo la puerta del café.
Harry sonríe y le da las gracias mientras cruza la puerta... y luego suspira cuando Louis salta y le abraza inmediatamente.
"¡Sorpresa! Feliz cumpleaños!" dice Louis, riéndose de la sorpresa de Harry y señalando hacia el fondo de la cafetería. Hay una mesa con un cartel, globos, comida y una tarta... y es para Harry.
"¿Qué?" dice Harry, parpadeando.
Simone y Grant también se acercan, lo que hace que Harry vuelva a quedarse boquiabierto. Erik se ríe y le da una palmada en el hombro. Harry hace un pequeño ruido, dándose cuenta de que Grace y Erik lo sabían y no dejaron escapar ni una sola palabra, una traición, de hecho.
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Strange Weather [l.s]
FanfictieLouis y Harry no son amigos en la escuela, pero ciertamente no son desconocidos, por más que intenten actuar como si lo fueran. En la universidad, sus vidas continúan entrelazándose, empujándose y tirando el uno del otro a través de sus inseguridade...