Seis.

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Sunoo no entendía como es que estaba recién despertando y ya sentía todo su cuerpo pesado, no había explicación racional para eso si no fuera porque se había enfermado, pero ya llevaba simplemente años sin contraer ninguna enfermedad que no sea la que ya tenía hace años, y tampoco podría decirse que se sentía enfermo además de sentir todo su cuerpo pesado.

Intentó abrir los ojos con un poco de dificultad e intentó levantarse para lograr respirar mejor, aunque no lo logró, volvió a su posición original totalmente acostado en la cama gracias a que una pierna pasó por sus propias piernas y un brazo por su torso así abrazándolo y también aprisionándolo a la cama, se sintió un poco desesperado hasta que recordó la situación de ayer en la tarde.

–¿Dongpyo? —Sunoo habló suave, levantando la mano libre que no estaba aprisionada hasta tocar el cabello de la persona que lo aplastaba, logrando que esta se moviera un poco emitiendo una queja por ser despertado.— Dongpyo.. —Sunoo volvió a llamar la atención del contrario, esta vez logrando que se moviera y sacara la pierna de encima de las suyas.—

–¿Si? —La voz adormilada del pequeño chico suavizó de inmediato el estado de alerta en el que el cuerpo de Sunoo se puso de un momento para otro, pasando el brazo por abajo del cuello del chico lo atrajo para abrazarlo.—

–¿Tenías miedo?

–Así es, lo siento por haberme colado en tu cama sin avisar ni tampoco pedirte permiso, solía dormir con mi hermano mayor ya que sabía que él podía protegerme, pero él.. —El chico hizo una pausa, Sunoo no necesitó nada más para entender a que se refería.—

–Tranquilo, no me molesta, solo estaba un poco sorprendido de amanecer un poco aplastado.. —El pelinegro rió un poco, tranquilizando a Dongpyo quien estaba avergonzado de haber invadido la cama de su mayor solo por tener miedo.— A lo que me refiero, llevaba años sin compartir mi cama, es solo eso, puedes dormir conmigo de ahora en adelante si te hace sentir más tranquilo.

Sunoo sintió como el menor asentía en su pecho, ya que aún lo tenía abrazado sin intenciones de separarse, aunque inevitablemente tuvieran que hacerlo ya que para el pelinegro ya era hora de comenzar un nuevo día.

Con cuidado Sunoo quitó su brazo de detrás de la cabeza del chico, separándose con cuidado para luego sentarse en la cama extendiendo su brazo hasta tomar la linterna que estaba encima de la mesita de noche, para luego prenderla e iluminar toda la habitación, tanto los ojos de Sunoo como los de Dongpyo se tardaron en acostumbrarse a la potente luz que ahora iluminaba todo el lugar. El pelinegro se puso de pie luego de tomar sus lentes y ponérselos, y caminó hasta la sala para divisar a un despierto Sunghoon que se movía con agilidad por todo el lugar ya preparando algo para desayunar, el aroma a la comida inevitablemente hizo que el estómago de Sunoo rugiera reclamando por comida, ya llevaba muchas horas sin comer y ayer solo había bebido agua en la tarde como última "comida"

–¡Buenos días, Sunghoon hyung! —Sin darse cuenta, Dongpyo pasó como una bala corriendo por su lado, hasta sentarse en uno de los sofás lejos de mantequilla, quien también estaba más que despierto, más interesado en lamer una de sus patas que prestar atención a las acciones del chico más pequeño.—

–Buenos días Dongpyo. —Sunghoon se acercó hasta el chico más joven y le extendió un plato con el desayuno, el cual Dongpyo no tardó en tomar y antes que comenzara a comer fue detenido por Sunoo.—

–Dongpyo, ve a lavarte las manos, luego puedes comer. —Dongpyo levantó la vista y se encontró con un Sunoo con los brazos cruzados y la ceja alzada, esperando ver al chico levantarse e ir al baño.—

–Si, hyung. —Dongpyo de inmediato obedeció, levantándose del sofá y yendo de inmediato en dirección al baño hasta desaparecer detrás de la puerta del mismo.—

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⏰ Última actualización: Sep 19 ⏰

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