Cuando la sombra se cierne sobre el orbe de plata,
la bóveda nocturna se tiñe de un ocaso improbable,
y el astro, antes níveo, sucumbe a la caricia del crepúsculo.
Es el momento en que la luna, despojada de su fría pureza,
abraza el fuego latente de la sangre ancestral,
mutando su faz en un reflejo de antiguos presagios.- Eclipse lunar.
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El susurro en los Páramos
PoesiaA medida que se atraviesan paisajes y se escuchan los murmullos del viento, del agua y de la tierra, se descubre que la naturaleza no solo observa, sino que palpita con un lenguaje primigenio, un latido subterráneo que vincula, en un ciclo eterno, a...